Lo reconozco. Estos últimos cuatro días he estado bastante tocado anímicamente, no como para llevarme las manos a la cabeza y desesperarme, pero sí lo suficiente como para que la mínima vibración del vuelo de una mosca me haya hecho perder el equilibrio y la concentración. Parece ser que la pequeña tormenta ha pasado sin mayores consecuencias, y esta tarde, después de haber hecho sesenta minutos de bicicleta (hoy no he salido a correr) siento que he recuperado la estabilidad y las ganas de sonreir.
Hola Manuel, siempre tenemos días malos y lo bueno es poder superarlos, ahora que viene el fin de semana seguro que tus animos y sensaciones mejoran.
ResponderEliminarUn saludo
Quique
Ánimo, todo nos hace cada vez más fuertes, lo importante es aceptar las cosas como vienen y afrontarlas.La semana que viene estás haciendo entrenamientos de 16 kilómetros sin enterarte y disfrutándolos como tu sabes.
ResponderEliminarun abrazo
Esas ganas de sonreir y esa estabilidad estaban ahí compañero, sólo había que encontrarlas y ya lo has hecho.
ResponderEliminarA disfrutarlo a partir de ahora, Manuel.
Abrazos.
Amigo Manuel, espero que superes ese bajón, yo suelo tenerlos muy a menudo. Que no decaiga tus buenas vibraciones que tan bien nos has acostumbrado.
ResponderEliminarUn abrazo desde Málaga
manuel ,durante unos dias estaré desconectado y leeré tus entradas a la vuelta de mis vacaciones,te envio un abrazo y me tomaré algo a tu salud en la playa de chiclana.por supuesto que me llevaré mis zapas para disfrutar del entorno a mi manera.que sepas de primera mano que ya tengo vuelo reservado para el 6-8 marzo para asistir a la marató de barcelona con la intencon de correrla con el colega lay,allí nos veremos supongo.
ResponderEliminarComo siempre superándote.
ResponderEliminarSdos.