Domingo, 8 de Agosto.

De nuestro enviado especial en la carretera de las Aigues Ricardo Montoliu; de gesta y de verdadera proeza, de pundonor, voluntad y cataplines, de amor y de pasión desmedida por éste nuestro deporte, en una palabra, de auténtica locura puede considerarse el entreno que nuestro conciudadano de Barcelona Manuel Binoy ha hecho esta mañana después de una noche en la que sólamente ha dormido cinco horas y en la que con motivo de un encuentro nocturno con viejos amigos de la infancia ingirió dos Larios con Coca-cola, que recuerde, y alguna que otra cerveza que le hicieron alargar el regreso a su casa unas horas más tarde de lo que él hubiera deseado; de todas maneras no queremos dejar de destacar desde estas páginas su alto grado de chaladura y sus elevadísimos niveles de sacrificio porque a pesar de los antecedentes mencionados anteriormente se ha despertado a las siete, se ha vestido con sus mejores prendas ya en perfecta armonía entre ellas y pendiente durante los primeros kilómetros de la respuesta de su cuerpo al final ha completado un total de treinta kilómetros en un tiempo de dos horas y treinta y cuatro minutos; "ha sido bonito", ha contestado Manuel Binoy a las preguntas que le ha hecho un servidor una vez finalizado el entreno, "un duro y limpio combate a muerte entre mi mente y las energías negativas que en más de una ocasión han estado a punto de hacerme abandonar; he podido con ellas, las he doblegado, una vez más les he demostrado que conmigo no tienen nada que rascar y ahora mismo me siento feliz y contento porque he conseguido finalizar otra semana con un total de 101 kilómetros, que hoy por hoy y a la espera de las próximas maratones que me rondan por la cabeza es el único objetivo que tengo en mente."