Después de haber leído los comentarios a mi entrada de ayer (comentarios que agradezco y respeto un montón y me llenan de una extraña y agradable felicidad) no he tenido más remedio que atarme las dos piernas a la pata de una mesa, reprimir mis ansias de salir corriendo, reducir a su minima expresión la euforia que estoy viviendo y una vez quieto y parado recapacitar un poco, hacer un ligero examen de conciencia y admitir la posibilidad de que tal vez me estoy pasando con los entrenos y con el número de kilómetros que estoy haciendo a la semana; la verdad es que no quiero batir ningún récord, no pretendo llevar a cabo ninguna machada, nada más lejos de mi intención sobresalir por encima de nadie, incluso mi participación en la maratón de San Sebastián, o en cualquier otra, queda momentáneamente aparcada por transitorios problemas económicos; con esto quiero decir que hoy por hoy no me estoy preparando para ninguna prueba en concreto y si salgo a correr cada día, menos lo sábados, y doblo los días que tengo fiesta, no lo hago con ningún objetivo ni a corto ni a largo plazo y tampoco lo hago, eso menos todavía, buscando el posible aplauso y la posible admiración de los demás; ese tipo de cosas las encuentro estúpidas, propias de seres descerebrados y prepotentes, y nunca, eso sí que puedo decirlo con toda la seguridad del mundo, comulgaré con ellas; si salgo a correr y hago los kilómetros que hago, aunque no esté preparando nada, es, primero, porque el cuerpo que me ha tocado habitar me lo permite y después, sencillamente, porque me gusta, porque disfruto, porque me lo paso en grande, porque me hace sentir bien, porque me ayuda a conocerme a mí mismo, porque me pone en contacto con facetas de mi personalidad que desconocía, porque me hace ser mejor persona con respecto a los demás y por otras muchas cosas que no escribo porque ya se saben y todos, cada uno a su manera, las tenemos muy presentes; resumiendo, y para no enrollarme más, corro porque corro y hago kilómetros porque tiene un mucho de encanto y de magia el hecho de empezar a correr y tener la suerte y la posibilidad de no tener que parar nunca; hasta aquí la reflexión, por llamarlo de alguna manera; por cierto, el entreno de hoy ha consistido en una hora y diez minutos de rodaje tranquilo y suave. Mañana será otro día. Buenas noches y muchas gracias a todos, vuestros comentarios me ayudan a seguir en pie. Y no es una frase hecha, es una verdad como un templo.
Manuel a mi me ocurre lo mismo. Correr es muy importante para mi, y si ahora no sobrepaso de los 80 kms, es sencillamente porque no puedo por mis isquios. Espero volver pronto a las kilometradas. Un abrazo amigo y sigues así...
ResponderEliminarDa gusto ver lo bien amueblada que tienes la azotea, amigo mío... :) Déjame que junto con mi primo Rafa te ponga entre los que quiero tener siempre delante de mí para saber que voy por buen camino.
ResponderEliminarUn abrazo y que descanses.
Manel, si me permites la licencia, solo leer tu entrada me he imaginado que la próxima vez que salga a correr te encontraré por el paseo arrastrando la mesa atada a tu pierna, y no he podido evitar reirme solo. Si te apetece correr, corre, pero si esas cargas pueden provocar el caer en una lesión, quizás es mejor bajarlas.
ResponderEliminarUn saludo.
Ya sólo puedo decirte una cosa, Manuel.
ResponderEliminarMantente firme en tus convicciones hasta donde el cuerpo que te ha tocado habitar lo aguante.
Por cierto, ¿de quién sería antes? ¿De Filípides tal vez? Puede ser...
No te enfades si te pido que te cuides.
Hola Manuel, pues tu lo has dicho, corres porque quieres y te sientes bien, yo te aplaudo y si tu cuerpo te lo permite, pues al ataque....siempre con algo de sentido común, claro.
ResponderEliminaraún queda para San Sebastian.....no lo descartes ¡eh!
Un saludo
Quique
Pero al final... lo que importa es la satisfacción personal y asimilar esos entrenos... y así es.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
estoy contigo manuel,salir a correr es un acto reflejo del cuerpo que habitamos y no tiene que haber un porqué.lo hacemos porque así somos mas felices y nos sentimos mas libres supongo.lo del maraton es una lastima por lo bien que te veo e intuyo que pronto te plantaras en la linea de salida de alguno.un abrazo.
ResponderEliminarLo has clavado, "porque te gusta". Esa debe ser la razón para salir a correr de todo runner. Perder peso, autoconfianza, mejora física son sólo actores secundarios de la motivación primaria: porque me gusta. Más o menos kms. depende del cuerpo de cada uno. Un saludo,
ResponderEliminarManuel , lo haces porque te apasaiona y eso se nota post a post! a seguir asi!!!!
ResponderEliminarSaludos!!!!!!
No se puede explicar mejor, suerte y disfruta
ResponderEliminarA mi lo que me da es envidia.
ResponderEliminarno tienes que dar explicaciones a nadie.
Sea, pues.
ResponderEliminarNo te pases con los ritmos, estira convenientemente y come saludablemente y no tendrás por qué preocuparte.
No está nada mal que nos recuerdes porqué corremos y qué pretendemos con ello.
Muchas gracias.
Ese es el objetivo.
ResponderEliminarSi tuviésemos que superar alguna marca impuesta seríamos muchos menos...
Un saludo y a seguir disfrutando/corriendo!
Tienes mas razon que un santo. Esa es la idea y el objetivo que deberiamos tener todos los populares y sobre todo, al escribir en nuestros blogs lo que hacemos, enseñar a los demas y ayudarles. Chapeau por ti, compañero.
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