Experiencias de un corredor novato, Carles Aguilar y el indio Ziur, inseparables compañeros de rodaje los domingos por la mañana, hoy me han dejado solo, tirado como una colilla maloliente, apartado como si fuera un residuo orgánico, una bolsa de basura negra y arrugada, un trasto viejo que ya ha cumplido con su utilidad inicial, una mesa sólo con dos patas y una de ellas partida por la mitad, una silla sin asiento, un mueble que ya no sirve para nada, un aparato de televisión que no funciona, una pantalla de ordenador que no hay manera humana de encenderla, esas cosas que se tienen y cuando ya no sirven se tiran sin ningún miramiento, sin ninguna clase de remordimiento en la conciencia y así es como me han dejado, perdido por esas carreteras de dios, abandonado a mi propia suerte e indefenso ante los muchos peligros que acechan constantemente en cualquier esquina, perros rabiosos en su mayoría que llenos de mala leche y armados con poderosos dientes nunca sabes de dónde te pueden salir y cuándo te van a saltar a la yugular; los dos primeros, en lugar de mi compañía, han preferido participar en una carrera de diez kilómetros que se celebraba hoy en la localidad cercana del Prat del Llobregat; el indio Ziur hace cuatro días que nota una cierta molestia en los isquiotibiales de la pierna derecha y en lugar de correr a mi lado y disfrutar de mí prefiere descansar y esperar a que esa sobrecarga muscular remita y le permita reanudar los entrenos con mayor seguridad; al principio, cuando me he despertado y he saltado de la cama reconozco que me he sentido desamparado y mi primera inención ha sido no salir a correr y quedarme todo el día en casa maldiciendo mi mala suerte y echándoles en cara lo que me han hecho, entre otras cosas, porque yo no habría sido capaz de cometer tan impunemente una traición semejante; a media mañana, a eso de las diez, ya repuesto de la bofetada moral y pensando que más vale trotar solo que mal acompañado, he salido a rodar en plan tranquilo y al final, hoy no quería cargarme de kilómetros, me ha salido una hora y veinte minutos de placer y disfrute solitario con muy buenas sensaciones tanto en las piernas como en la cabeza y en el corazón herido.
ja,ja,ja,que bueno.mira que son malos tus compis,eso no se hace hombre.te han puesto en un aprieto pero ni por eso. creo que lo han echo queriendo para ver y comprobar que eres humano y que puedes llegar a dudar entre salir a correr o no salir ¡ esa es la cuestion,amigo manuel!. no han coseguido retenerte,tendran que optar por el plan "b" supongo porque eres duro de cojones.un abrazo.
ResponderEliminarjajajajajaja buen post manuel!!!!!! tu en casa sin hacer nada un domingo????? jaaaaaaaaa!!!!!!!! vamosssssss!!!!!!!!!!
ResponderEliminarUn abrazo y a topeee!!!!!!!
Siempre viene bien ir acompañado,pero uno se conoce mejor cuando va solo,perdonalos porque no saben lo que hacen.Saludos.
ResponderEliminarqué desconsiderados tus amigos!!! me cachisss la mar...
ResponderEliminarTenías que haber ido a la carrera de 10K sin avisar, de "bandit" (sin dorsal) y haberles ganado a tus compañeros. Y luego haber vuelto a casa, con chulería. :)
ResponderEliminarusted me hace acordar alguién, en sus mejores momentos; yo mismo, pase la presunción...es un palcer leerlo, seguro que en su solitária carrera se sonrió a pensar en sus amigos y como dice usted...lo leeré
ResponderEliminarEs lo que tienen las carreras que de vez en cuando no nos podemos resisitir a ellas y por ellas cambiamos hasta a nuestros compañeros de entrenamiento.
ResponderEliminarEso no se hace, dejar abandonado a un amigo.... me caguen...
ResponderEliminarBueno, tus sensaciones es mas importante.
Slds
Joer, tus amigos me recuerdan a mis vecinos... por eso cada vez que coincidimos entrenando procuro darles toda la caña que puedo...
ResponderEliminarCaiga sobre su conciencia la situación de desamparo a la que te han sometido.
ResponderEliminarQué bichejos! al menos te desquitaste en esa horita y pico que has disfrutado, como dices mejor solo que mal acompañado. Muy divertido el post. Un saludo
ResponderEliminaruna bolsa negra?
ResponderEliminarya sería una amarilla, para transformarte en un forro polar o un acople de aluminio.
o una azul, para imprimir mil aventuras.
o en la de orgánicos, para abonar la tierra donde nacerán tus sueños.
ese entreno que has hecho en soledad es doble, ya les sacarás los ojos a quienes te abandonaron.
Vaya compañeros, jejeje. Bueno, por lo menos has podido salir a entrenar un poco y a pensar en tus cosas. Perdonalos, hombre
ResponderEliminarUn abrazo.
A ver Manuel, no seas tan cruel con tus colegas, al fin y al cabo todos corremos porque nos gusta matar el gusanillo alguna vez en una carrera no?, entiéndelos, que seguro que si lo piensas en frío lo entiendes.
ResponderEliminarPor otra parte salir solo sabes tu muy bien que no es una novedad y que te tocará alguna vez más hacerlo, además visto desde un punto de vista es bueno, sales a tu ritmo, no dependes de nadie, y las sensaciones que saques al final son solo tuyas no influenciadas por el ritmo de algún otro “elemento” acompañante.
Como lo ves de esta manera?.
Un abrazo
Pssss, tú ya sabes eso de "mejor sólo que mal acompañado..." :) Bueno, a buen seguro tus amigos desertores volverán al redil para buscar tu agradable compañía una vez que terminó la "fiesta" de la carrera.......
ResponderEliminarMadre mía que retraso llevo en los comentarios, jajaja, siempre llego justito al siguiente. :P
Hola Pepe.....cambia de amigos ya!!!....ja,ja, que bueno..., no se lo tengas en cuenta que seguro que ese entrenamiento solitario te ha venido bien...
ResponderEliminarUn saludo
Quique
Hola Manuel, no pasa nada, seguro que les pudo las ganas de competir, pero luego te pedirán perdón porque seguro que les llena más un entrenamiento contigo que una carrera más.
ResponderEliminarUn saludo.
Y lo duro que se hace uno cuando tiene que entrenar solo día si, día también. No hay mal que por bien no venga.
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