A diferencia de ayer hoy sí que he podido salir a entrenar y a las siete y media de la tarde, vestido para la ocasión, pantalón corto y camiseta de tirantes, he salido de casa con un ligero síndrome de abstinencia en la boca del estómago, he bajado, corriendo ya, por la Rambla de la Pau, de la Paz; he recorrido medio paseo marítimo, he llegado hasta la platja del Far, playa del Faro y ni corto ni perezoso, sobreponiéndome a la sensación de ahogo, en un desesperado intento por quitarme la humedad de la piel y sustituirla por el abundante y gratificante sudor, he pactado con mis piernas y con mis ritmos cardíacos y he subido y bajado veinte veces la misma cuesta de un minuto, he rodado después quince minutos en plan tranquilo y totalmente entregado y en armonía con mi otro yo y con el mundo que me rodeaba en ese momento he llegado a casa, me he duchado, he cenado una ensaladilla de fideos integrales y de aquí a unos breves momentos, si nada lo impide, me iré a la cama, cerraré los ojos, me dormiré, descansaré y mañana será otro día.
un plan sencillo para gente sencilla,que no necesita mucho,solo unas zapas y un poco de asfalto que pisotear,que mas se puede pedir?ademas si se corre junto a la playa es todo un lujazo,viendo a alguna que otra nena ligerita de ropa.que envidia me das manuel,con lo que me gusta correr,pasear o lo que sea cerca de la playa.un saludo y cuidate,las cuestas son muy importantes y beneficiosas.xao
ResponderEliminarSi señor Manuel, eso es hacer lo que a uno le apetece y con una tranquilidad aplastante, lo de las cuestas está muy bien, yo las hago todos los días porque el recorrido que hago tiene unas cuantas, lo he notado mucho.
ResponderEliminarMe tienes que contar como se hace una ensaladilla de fideos integrales...me he quedado con la duda.
Un saludo
Quique
Amen, si señor, que alegria leerte, das ganas de seguir entrenando cada dia. enhorabuena compañero.
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