Por causas totalmente ajenas a mi voluntad y a mi deseo más firme e intenso hoy no he tenido más remedio que cumplir con las obligaciones que a veces nos impone la sociedad en la que por suerte o por desagracia estamos inmersos, y sintiéndome atado de pies y de manos, sin poder hacer nada para evitarlo, me he visto obligado a descansar y a irme a dormir sin haber salido a correr.
Hola Manuel, seguro que ese descanso te ha venido bien...es lo que se llama entrenamiento invisible....
ResponderEliminarUn saludo
Quique