domingo, 17 de mayo de 2009

Sábado, 16 de Mayo

No falla; los días, pocos, que por uno u otro motivo no puedo salir a correr algo cambia en mi metabolismo, los niveles de mi buen humor descienden considerablemente, mi organismo se resiente por la falta de ejercicio a la que está acostumbrado, las pocas neuronas que me quedan se adormecen en un supor profundo y prolongado, ando todo el día como si me hubiera pasado un camión por encima, me canso hasta solo de respirar y al día siguiente al despertarme por la mañana, después de un día sin correr, mi cuerpo parece que pese tres veces más de lo normal, mis piernas son como dos postes de acero o de cemento armado, mi cabeza está como apagada, desmotivada, sin energía para empezar el día con optimismo y con fuerza. Hoy ha sido uno de esos días. He llegado tarde a casa y no he podido salir a rodar. Hay quien dice que el descanso es bueno. No lo pongo ni en tela de juicio ni lo dudo. Sólo digo que yo y mis músculos y especialmente mi cerebro, centro y origen de todo lo que somos y hacemos, estamos acostumbrados a correr seis días a la semana y si eso no se cumple entonces tenemos la sensación, muy real por cierto, de que algo importante nos falta para irnos a dormir con la conciencia tranquila y la satisfacción de haber hecho los deberes correctamente. En la foto celebrando con unos amigos, corredores también, el buen resultado que obtenimos en la Maratón de Barcelona de este año.

1 comentario:

  1. Hola Manuel, definitivamente estás enganchado por esto del running, a mi me pasa lo mismo, si no salgo estoy peor de caracter...¿que tendrá?.

    Pero sé que descansar es bueno, de echo hoy no salgo y casi meto la bolsa en el coche, pero una vocecita dentro de mi, decía....no lo hagas, descansa...no seas tonto!!!

    En fin..

    Un saludo
    Quique

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