viernes, 15 de mayo de 2009

Viernes, 15 de Mayo

Las cinco series de dos mil metros que ayer por la tarde hicimos en el paseo marítimo de Cubelles, bajo un cielo amenzante de lluvia, nos ha dejado un buen sabor de boca en las piernas y una grata sensación de triunfo en el cerebro, en su parte izquierda, en el lado opuesto al de la zona oscura, ahí donde están más a flor de piel la alegría, el optimismo, la felicidad, las buenas sensaciones, el soy cojonudo, el estoy de puta madre, el somos la ostia, el nos vamos a comer el mundo, el vamos a romper en crono en la próxima maratón y muy por encima de todas las cosas las ganas de seguir corriendo, las ganas de seguir haciendo kilómetros, las ganas de seguir sintiendo cómo tu cuerpo te va pidiendo cada vez más y más y sobretodo, ahora vais a perdonarme, pero tal vez me ponga un poco sensiblero, las ganas de seguir escribiendo en este blog que es como una especie de ventana abierta al resto de personas que también escriben en su blog y sin apenas conocernos, sin habernos visto nunca nos comunicamos y nos hablamos y cada uno a su manera se abre a sí mismo y a los demás y con toda la confianza del mundo, sin ninguna reserva, con el corazón en la mano, pactando con la sinceridad y la premisa de la buena fe, damos rienda suelta a nuestra necesidad de expresarnos y a través de las palabras lanzamos al aire lo que pensamos, lo que sentimos, lo que soñamos, lo que esperamos de la vida, nuestros anhelos y esperanzas, las ambiciones personales de cada uno, las ilusiones y los peores momentos, los entrenos que hacemos, las marcas que conseguimos, las emociones que hemos vivido en una carrera determinada, todo aquello que nos hace ser lo que somos lo compartimos con personas que no están a nuestro alcance, pero que nos leen y a su vez nos comentan sus cosas, nos apoyan y aconsejan, nos animan, no permiten que caigamos en el desánimo y en el silencio, personas anónimas, seres que tal vez no veamos nunca y voces desconocidas que día a día, palabra a palabra van formando parte de uno, se convierten en una necesidad diaria, en algo importante, lo sé, tal vez sea exagerado decirlo, pero lo cierto del caso es que al menos para mí es bueno que así sea, hemos transformado el hecho de escribir en los blogs en algo que trasciende y va mucho más allá que el puro acto de escribir, es como haber creado, o estar creando constantemente, una buena base para hacer de este mundo un lugar menos solitario y más comunicativo. Nos une el deporte y las ganas de hablar de lo nuestro. A todos los que contaís cosas y teneís la generosidad de leerme os doy las gracias de todo corazón. Mi hija ha leído la entrada y su comentario ha sido que es demasiado simple y cursi. No lo voy a cambiar. Lo escrito escrito está. Los de la foto somos mi amigo Carles Aguilar, mi alter ego de los entrenos, y yo. Salud.

3 comentarios:

  1. manuel,lo has bordado macho.me he emocionado y todo.el trasfondo de tus palabras quizas tu hija no lo haya entendido del todo.veo a un hombre que da importancia a las pequeñas cosas y valora cada momento porque cada momento en la vida es importante y puede marcarte de una forma u otra.es bueno abrirse y no guardarse nada como cuando competimos.esto es una especie de refugio donde uno se cobija y recibe el calor en este caso de la gente que te apoya sin pedir nada a cambio.un saludo de un amigo y otro para tu amigo carles y si sois del barÇa enhorabuena.seguiremos compartiendo penas y alegrias.xao

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  2. Hola Manuel, es necesario poder leer blog como el tuyo, lo haces bien y aunque no nos conozcamos nunca, seguiremos en contacto.

    Nada de cursi...sigue escribiendo tus pensamientos que ahí estaremos.

    Un saludo
    Quique

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  3. La edad ens dona prespectives diferents a l´hora de valorar el que transmeten unes paraules. A mi tampoc m´han semblat "cursis", més aviat m´hi he sentit molt identificat. Comparteixo moltes de les coses que dius, tant en la linea del comentari d´avui, com en el plaer de gaudir de les rutines diaries.

    Seguiré com sempre gaudint dles teus pensaments.

    Arreveure.

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