viernes, 1 de mayo de 2009

Viernes, 1 de Mayo

Después de seis horas de sueño ininterrumpido me he despertado a las cinco cuarenta y cinco minutos de la mañana, he puesto los pies en el suelo con la sensación de haber descansado bastante bien y como cada día a la misma hora lo primero que hecho ha sido entrar en el lavabo para vaciar la primera orina del día, después, ya en la cocina, me he calentado la malta con leche que suelo beberme todas las mañanas, he abierto los ventanales que tengo en el comedor de mi casa y he saludado al nuevo día con los pulmones llenos de aire, satisfecho de estar vivo un día más y sólo por eso he dado las gracias a dios y a la naturaleza y a la buena suerte y a todos los ángeles de la guarda, mis muertos maravillosos, que me vigilan y me cuidan y esperando a que se hiciera la hora de ir a corrrer me he puesto a mirar la televisión mientras hacía unas cuantas series de abdominales y el día ha amanecido lluvioso y el color del cielo era gris y plomizo, de ceniza; nos esperaba un entreno pasado por agua y mojado por el viento y por el frío de la primavera, y tal y como estaba previsto desde el día de ayer, a las siete cuarenta y cinco minutos he ido a buscar a mi amigo y compañero de fatigas Carlos Aguilar Martínez y los dos juntos en su coche, yo no tengo, ni coche ni carnet de conducir ni otras muchas cosas que hoy en día paracen ser muy necesarias e imprescindibles para la gran mayoría de la gente, hemos ido hasta el Caprabo de Sitges y una vez allí nos hemos reunido con un grupo de corredores pertenecientes al colectivo de Atletesvng, los conocíamos a todos de vista y después de los saludos de rigor y de los típicos comentarios sobre la climatología y los estados de salud de cada uno hemos iniciado el entreno subiendo, ya de entrada, una cuesta de dos o tres kilómetros aproximadamente que nos ha hecho sudar más de la cuenta para más adelante coger un desvío y entrar en un camino que después de unos cuantos kilómetros de bello recorrido nos ha conducido hasta la Ermita de la Caritat, lugar precioso y sugerente, con unas vistas acojonantes del mar y de la costa en el que Eaglerun y yo nunca habíamos estado antes, olor a carne a la brasa, comentarios diversos sobre maratones y carreras populares, nos hemos asomado a un mirador que había por allí, nos hemos dicho que la próxima vez vendríamos con nuestro amigo Josep Antoni Córdoba para enseñarle la ermita y el paisaje del que nosotros hemos disfrutado hoy, hemos estirado los músculos y meado el que ha tenido ganas o necesidad de hacerlo y cuando han llegado los últimos compañeros de Atletesvng todos juntos hemos iniciado el camino de regreso por el mismo sitio por el que hemos subido y después de una hora y dieciocho minutos de tiempo hemos llegado hasta donde habíamos dejado los coches, hemos hablado de todo un poco, hemos vuelto a estirar, nos hemos despedido hasta el domingo, cada uno se ha ido a su casa y a su rincón de vida particular y la verdad es que al menos para mí ha sido una buena mañana y un buen entreno en compañía de una buena gente y como siempre la buena noticia me la ha dado el señor Carlos Aguilar Martinez al comunicarme que el domingo día 10 de Mayo iremos a correr la Mitja Maratò de Girona. Bien, perfecto. Espero estar mejor que en Lleida. Para que la mañana hubiera acabado redonda en su perfección, dorada en el centro mismo de su núcleo, sólo ha faltado el detalle de que Airemi, su alma, su cuerpo y su risa, me hubieran estado esperando en casa para poner un diez sobre diez a este día uno de Mayo.

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