lunes, 11 de junio de 2012

Empujado por su afán enfermizo de querer controlar todo lo que ocurre bajo la capa del sol, mi señor suele leer todas y cada una de las entradas que escribo y redacto tal y como lo contempla el contrato que tengo firmado con el actual heredero de la casa "Le fou"; yo las escribo y mi señor las lee y las valora y si se da el caso pone objeciones o me llama la atención dependiendo del contenido de las mismas; pero con la de hoy voy a hacer una pequeña trampa y haré todo lo posible para que no llegue ni a sus manos ni a sus ojos y no pueda leerla; y si me voy a permitir ésa licencia es porque sé de antemano y antes de escribirla que no le va a gustar y que me llamará al orden, no porque vaya a soltar algún improperio ni a decir nada incorrecto hacia su persona., sino por todo lo contrario; mi señor es muy modesto, excesivamente modesto para mi gusto; hace de la sobriedad y de la modestia un principio inamovible de comportamiento y reconozco que en muchas ocasiones me saca de quicio e intento convencerlo de que no hay nada malo en ser inmodesto y presuntuoso cuando lo ocasión así lo requiere, pero es inútil; así ha nacido y así morirá; todo esto viene a cuento porque mi señor es consciente de que los entrenos de pedaleo ininterrumpido que está haciendo últimamente, comparados con los que están  haciendo sus señorías, no son más que banalidades, entrenos de quinto o sexto orden, una tontería como otra cualquiera más propia de un equipo de tercera división que de la división de honor, algo que no tiene ningún sentido y ninguna importancia como para dejar constancia de ello, pero hoy quiero romper una lanza en su favor y decir que en esos pedaleos ininterrumpidos, hoy han sido setenta minutos y he sido testigo de ello,  mi señor se vacía como el que más, lo da todo, no se deja nada en el tintero, se exige las máximas dificultades, busca siempre el máximo esfuerzo y rehúye lo fácil y las resistencias cómodas como si se trataran de la misma peste, se lo toma muy en serio, muy a pecho, como si en ello le fuera la vida y mientras dura el ejercicio, desde el primer minuto hasta el último, no ceja en su empeño de alcanzar su propio límite, como si estuviera disputando una etapa del Tour de Francia y él fuera el enemigo a batir por el resto del pelotón, o como si por cojones tuviera que pasar el primero por la línea de meta o coronar en solitario todos los puertos de montaña; se transforma mi señor cuando se sube a la B-pro indoor y queriendo encontrar las sensaciones que le proporciona la carrera a pie pedalea y pedalea y pedalea hasta que le tengo que decir que lo deje y que ya es suficiente; espero, por mi propio bien, que la trampa que he tramado surta el efecto deseado y el actual heredero de la casa "Le fou" no llegue a leer ésta entrada; miedo me da que llegue a hacerlo.

6 comentarios:

  1. Porque sera que siempre queremos hacer, lo que no podemos hacer... ahi que pensar que otros están peor, por ejemplo mi mujer no puede ni lavarse los dientes de los dolores que tiene en las manos cuando se levanta y hace años que ni corre, ni sube en bici... andar ya lo hace con unos dolores que se retuerce.
    Animo Indurain!!!! perdón Manuel Tintore

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  2. Indurain, no le des más vueltas al asunto, o el asunto te envolverá con una fina capa de hilo negro, Manu, todo tiene solución, verás como llegará ese día que saldrás de esa tercera división que comentas para posicionarte algo más arriba, ánimo que todo se consigue. un abrazo.

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  3. Lo grandioso de este deporte es que no tiene reglas ni comparaciones. Quien quiera, ahí tiene el reloj universalmente objetivo. Y quien no, que lo olvide y lo disfrute. Díselo a tu señor, no vaya a ser que vaya errado...

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  4. Todo lo que su señor corre pedaleando algún día lo rodará corriendo a buenos ritmos.. y no será muy tarde

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  5. Trabajar como estás trabajando, sin poder hacerlo como más te gusta, es mucho más duro que salir a disfrutar haciendo lo que deseamos... Estás preparando una vuelta que va a ser sonada, el día que te calces de nuevo las Pegasus sin molestias va a temblar Barcelona... Ánimo amigo que tengo ganas de compartir unos kilómetros contigo!!! :)

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  6. Todo es bueno y todo compensa, ni tercera ni primera..lo importante es no abandonar y seguir trabajando de la manera que se pueda..ánimo pronto estará superado.

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