Aspecto de uno de los generales de mi señor el gran visir Tintoré "Le fou"; empujado por su afán de protagonismo, y dispuesto a hacerse notar en cualquier circunstancia que se le presente, ha ordenado que sea precisamente esta imagen la que aparezca en el estandarte que ha mandado confeccionar con motivo de la próxima celebración de la maratón de Barcelona; pero lo bueno del caso es que ha dispuesto que sea yo, un simple escribidor de entradas, un fariseo del montón sin  ningún espíritu competitivo en las venas, el que cargue con el dichoso armatoste durante los cuarenta y dos kilómetros y ciento noventa y cinco metros que dura la prueba, siempre corriendo detrás del él, a su sombra, a sus espaldas, siguiéndole el ritmo y en todo momento manteniendo bien alta y bien visible la efigie del general en cuestión para que el mundo entero sepa que mi señor no está bromeando y que no va a permitir que nadie lo adelante ni le haga sombra, como queriendo dar a entender que el que se atreva a ponerse delante de él se va a tener que enfrentar no sólo a un fiero  y aguerrido guerrero como el de la foto, sino que va a padecer en propias carnes toda la ira y toda la violencia de mi señor, que por propia experiencia puedo asegurar que es mucha y despiadada; sólo para tener una idea aproximada del peso que tendré que soportar sobre mis hombros dejo constancia escrita de las dimensiones del maldito artilugio: 300x200cm., con una gran longitud en comparación con la anchura para garantizar la legibilidad aunque ese día no haga viento, y unos 4Kg. de peso aproximadamente; una burrada, una tontería, un capricho de un auténtico gilipollas, pero es lo que hay, no tendré más remedio que hacerlo y pasar por el tubo si quiero conservar la cabeza y los huevos; ya me ha dado la orden de que a partir del lunes saldré a correr con él para empezar a endurecer los músculos de las piernas y ejercicios de pesas a saco para ir fortaleciendo la espalda y los hombros; en cuanto al entreno de hoy decir que hoy no ha habido entreno; ha estado todo el día encerrado en palacio haciendo los honores y agasajando con un opíparo banquete a los tres reyes que han venido de visita desde más allá de la frontera.