miércoles, 28 de diciembre de 2011

Escenario: litoral de Barcelona; título de la película: Crónica de una corrida anunciada; escrita, dirigida y producida por: Manuel Tintoré; interpretada por: Manuel Tintoré; artista invitado: Manuel Tintoré; duración: noventa minutos; calificación: buena, tres estrellas; nacionalidad: catalano-española-argentina-francesa, una producción de Blogs Films Sociedad Anónima; sinopsis: exterior tarde, un hombre vestido de runner sale corriendo desde el hotel Vela en dirección al Fórum; durante los primeros treinta y cinco minutos su velocidad de crucero es constante sin ser excesiva; llegado al  minuto treinta y seis gira sobre sí  mismo e inicia el camino de regreso, variando ligeramente el ritmo; ahora corre como si estuviera estornudando o como si estuviera padeciendo un hipo espasmódico; durante un minuto corre muy deprisa (aquí habría que matizar qué significa muy deprisa) y al minuto siguiente lo hace más despacio y así lo sigue haciendo durante treinta y cinco minutos más, intercalando un minuto muy deprisa y otro minuto más despacio, muy deprisa y más despacio hasta que la cámara fija su imagen en un primer plano donde se ve al protagonista con evidentes signos de cansancio y de sudor a pesar de que la temperatura no es muy veraniega que digamos; dato: acabamos de entrar en el invierno y hace frío; movimiento liviano de la cámara; secuencia dos; plano general de la escena, abriéndose la panorámica: el mar Mediterráneo al fondo, evocador rumor de las olas, extras de todos los colores y tamaños paseando y montando en bicicleta, Barcelona iluminada con motivos navideños, lejano ruído de automóviles apenas perceptible y cuando recuperamos a nuestro protagonista lo vemos apoyado en una farola, realizando ejercicios de estiramiento muscular y con una sonrisa en los labios que le llega de oreja a oreja, señal inequívoca de que está contento y feliz (aquí sí que tendríamos que matizar, y mucho, el concepto de felicidad); última escena, la banda sonora de la película cobra todo el protagonismo, se apodera de la pantalla, acompaña a las últimas imágenes, despierta la emotividad de la mayoría de los espectadores, las lágrimas de más de uno están a punto de hacer acto de presencia y poco a poco, muy poco a poco, tan poco a poco que apenas hay movimiento, la cámara se va alejando de nuestro protagonista y lo va empequeñeciendo cada vez más, cada vez más pequeño hasta que finalmente desaparece y se funde y se pierde en la nada del fin; The End; los títulos de crédito a continuación; no hace falta  quedarse.

6 comentarios:

  1. Me encanta como escribes crack.Sigue así.

    ResponderEliminar
  2. Encantado de volver a leerte.
    Otra pequeña obra de arte. No sé de dónde sacas tanta imaginación para narrar una salida para correr en todas estas historias.
    Un artista.

    ResponderEliminar
  3. Muy buena la exposición literaria, no menos bueno el recorrido y el rodaje de la "pelicula".

    ResponderEliminar
  4. Con que eres tú el que hecha las farolas abajo? jeje. La película del año sin duda Manuel. Un beso enorme

    ResponderEliminar
  5. el titulo de la peli es un poco "sospechoso" pero tiene buena pinta. Encantado de volver a leerte, Manuel

    ResponderEliminar