viernes, 16 de abril de 2010

Viernes, 16 de Abril.

Cumpliendo la promesa que ayer me hice a mí mismo, ésta mañana, después de haber silenciado voluntariamente el timbre del despertador y todavía con restos de sueño en los ojos, pero muy seguro de lo que iba a hacer, me he levantado de la cama a las cinco y cuarto, me he asomado a la ventana de mi habitación para comprobar que todavía era de noche y después de haberme bebido un café con leche y dejar pasar unos minutos, sin dar tiempo a que mi cabeza empezara a funcionar y a pensar por sí misma, me he vestido para la ocasión, me ha calzado las Nike Pegasus y a las seis menos cuarto en punto, todavía sin permitir que mi cerebro se pusiera en marcha e inciara su discurso cargado de sentido común, he salido a la calle y nada más pisarla he empezado a correr y a sentirme dichoso y feliz, dueño absoluto de la ciudad y único habitante ya que durante los primeros treinta minutos no me he encontrado con nadie; ha sido genial, toda una experiencia después de tantos años corriendo por la tarde; he bajado por la Avenida Príncipe de Asturias, he seguido por la Vía Augusta y cuando he llegado a la Avenida de la Diagonal he girado a la derecha y sintiéndome un tipo con mucha suerte, rebosante de optimismo, he seguido corriendo cada vez a un ritmo más vivo hasta llegar a la zona universitaria y una vez allí, el maldito tiempo nos gobierna, he dado la vuelta y con los músculos de las piernas ya calientes y a pleno rendimiento he iniciado el camino de regreso haciendo varios cambios de ritmo de uno y tres minutos hasta llegar de nuevo a mi casa y la verdad es que ha sido acojonante, uno de esos entrenos que siempre dentro de los límites de la modestia te elevan hasta más allá de las nubes y te hacen pensar que eres único y que no hay nada en esta vida que no puedas conseguir; en total habrán sido dieciséis kilómetros en una hora y quince minutos, más o menos; la verdad es que tampoco importa mucho; me quedo con lo que he sentido y con lo que volveré a vivir mañana.

13 comentarios:

  1. Eso es lo importante...disfrutar, y esto se nota que lo consigues. Me alegro mucho por tí, creo que lo importante a fin de cuentas es sólo esto, hacer deporte y disfrutar. Unas veces lo haremos en menos tiempo y en otras simplemente no tenemos en cuenta ese insignificante detalle. A seguir disfrutando todo lo que puedas, un abrazo!

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  2. Da gusto leerte cuando estás a tope y disfrutando.

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  3. Te está gustando la mañana, te digo lo que le dije a Sergio una vez, algún día te pararán y te pedirán la documentación, a esas horas sólo nosotros pensamos que se pueden hacer cosas grandes, otros pensarán que huyes de algo, pero no huyes, sino que vas hacia adelante.

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  4. Perfecto, Manuel Binoy en esencia pura.
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  5. Con nocturnidad y alevosía... Un día te detienen por esto, Manuel.

    Y al llegar a casa... ¿te despertaste? Jajaja...

    Verdes abrazos.

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  6. Jolines con los mañaneros... es cierto que da gusto correr a esas horas, pero en mi caso, no consigo olvidarme de que luego tengo que ir a currar...

    un fuerte abrazo

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  7. Y lo bien que te quedas despues de disfrutar de tu deporte favorito?. Eso es, manuel. Animo, que es lo importante, estar bien y disfrutar.

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  8. Esa sensación es acojonante, no siempre la tengo, pero cuando se siente pareces que vuelas y que correrias eternamente, un saludo maestro.

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  9. Estupendo Manuel ya te dí la bienvenida a mi mundo, y ya lo has hecho tuyo, correr por la mañana es lo mejor del mundo, la calle es nuestra, disfrútala.
    Un abrazo maestro.

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  10. Hola Manuel, menuda fuerza de voluntad tienes amigo, te chorrean las ganas.

    Un saludo
    Quique

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  11. Un tío corriendo de madrugada por Barcelona, haciendo cambios de ritmo y con una sonrisa de oreja a oreja, es muy sospechoso.

    Nunca olvides el DNI en casa :-)

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  12. Se sale cuando se puede lo importante es no perder entreno

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  13. Buena tirada amigo y que buen ritmo. Ese levantarse temprano y salir a correr te recarga las pilas. sigue así campeon

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