viernes, 5 de febrero de 2010

Viernes, 5 de Febrero.

Bueno, pues otro entreno de una hora y treinta minutos con cambios de ritmo intercalados, me gusta esta modalidad, mejor que la de correr seguido a la misma velocidad durante todos esos minutos, me aburre la monotonía y a veces se me hace pesado y me entran ganas de recortar el tiempo e irme a casa; de esta otra forma, apretando y frenando según las ganas y los impulsos que recibo de no sé dónde, parace ser que el tiempo pasa más rápido y todo se hace más llevadero, no lo sé, tal vez estoy entrando en una etapa de mi vida en la que me gusta correr solo y estar solo mientras corro, sin tener que hablar con nadie, sin tener que escuchar a nadie, sin tener que estar pendiente de nadie, no porque me molesten las voces ni la presencia de los demás, sino simplemente porque algo en lo más hondo de mí mismo me empuja a querer estar solo mientras corro y también cuando no estoy corriendo; hay momentos en que la soledad no impuesta, la soledad decidida libremente, se convierte en una necesidad, en algo que no puedes evitar y lo deseas y lo buscas y de una manera u otra evitas a los amigos que te llaman para ir a correr con ellos y les dices que no y sales solo y te gusta estar solo y te abrigas y te abrazas a esa soledad y disfrutas de ella y te sientes muy libre y muy a gusto contigo mismo porque ahí no hay nadie más que tú y tu silencio, no hay palabras, no hay nadie a tu lado, estás solo, pero no te sientes solo, que son dos cosas muy diferentes, y disfrutas de la posibilidad de no tener que hablar, de no tener que contestar a las preguntas de nadie, de no tener que escuchar las voces de los demás, estás solo y no tienes que dar explicaciones de lo que haces ni de lo que dejas de hacer, no tienes que demostrar nada a nadie, estás solo y eres libre, sin ninguna atadura, sin ninguna obligación, sin ningún compromiso social que te obligue a decir o hacer cosas que no tenías pensado decir o hacer, correr solo es la máxima expresión de la libertad, nadie que no seas tú controla tus ritmos, puedes escoger el circuito que te apetezca en ese momento sin esperar el beneplácito de los que te acompañan, decides el tipo de entreno que quieres hacer sin tener que cambiarlo poque la mayoría decide otro diferente, corres solo y si te quieres parar unos minutos para contemplar una puesta de sol espectacular te paras y nadie se ve en la obligación de esperarte porque estás solo y eres libre y en esos momentos no dependes de nadie y nadie depende de tí , la soledad de un hombre, o de una mujer, que corre solo por un camino o por una carretera solitaria a las ocho de la mañana de un domingo cualquiera te brinda la genial y única posibilidad de estar totalmente a solas con tus miserias y tus grandezas y tus pensamientos son tan tuyos, tan honda y profundamente tuyos, que casi puedes tocarlos con la mano y sentir cómo se mueven dentro de tu cabeza; reconozco que en el fondo siempre he sido un solitario empedernido y en este momento de mi vida necesito más que nunca seguir sintiéndome un solitario; correr solo es para mí la máxima expresión, la actividad humana que expresa con mayor exactitud lo que es la soledad con mayúsculas, ese estado de ánimo y de la mente que por muchas palabras que utilice nunca podré definir en toda su magnitud, hay que sentirla y vivirla, no hay más, voy a parar de escribir porque si no pongo freno a mis dedos y a mi cabeza os voy a perder y vais a dejar de visitarme por plasta y pesado y eso no me gustaría; es inútil, siempre me digo que sólo me limitaré a dejar constancia de los entrenos que hago y al final acabo liándome la manta a la cabeza; una vez más os pido disculpas; alguien puede pensar: pues que no escriba, y tendrá razón, pero !qué le vamos a hacer! Lo necesito y me gusta compartirlo, hasta que dure.

13 comentarios:

  1. muy cierto todo lo que escribes como siempre manuel,la soledad llega a ser procupante a veces ,otras veces es necesaria y hasta terapeutica ."escuchar el silencio" puede llegar a provocarte el extasis.saludos amigo.

    ResponderEliminar
  2. En mi caso, por alguna razón disfruto más corriendo en compañía, llámese el duo dinámico (TaniaJan), pero sí, hay días que es necesaria esa soledad que hablas, para encontrarnos a nosotros mismos.
    Me encantan tus escritos Manuel, a seguir disfrutando de esos momentos.
    bss
    Tania

    ResponderEliminar
  3. Yo necesito mi tiempo en soledad y el running me permite además conjugarlo con una actividad saludable.

    ResponderEliminar
  4. Manuel soy de tu opinión, el running nos dá ese momento de introspección, que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, a llegar al fondo de nuestra mente, para organizar nuestras ideas y reflexionar sobre quien somos y hacia donde vamos. La llamada soledad del corredor de fondo.
    Gran entrada amigo un saludo de un corredor solitario.

    ResponderEliminar
  5. Hay días en que prefiero correr sólo, y hace falta, pero en general prefiero rodar acompañado. Pero es que mi problema es que hablo hasta por los codos ;)

    un muy fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  6. Los corredores tenemos esa suerte de poder estar a menudo solos con nosotros mismos, yo soy de los que piensa que es pura meditación.

    ResponderEliminar
  7. ¿El cuerpo y tú? Con lo que el cuerpo habla... ¿Te parece poco?
    1 abrazo

    ResponderEliminar
  8. Soy como tú, un lobo estepario que a veces busca también el calor de la manada pero me gusta la soledad no impuesta es claro sino la buscada... No sé se podría hablar muy largo sobre este tema pero tampoco tengo ni tiempo ni espacio. Tú lo has descrito muy bien en tu entrada.

    Y sí hay que contarlo porque otros queremos saberlo. Así, si es reciproco está bien.

    Saludos

    P.D. Por cierto, gracias por tomarte mi último post en el que imito tu estilo a las buenas. Hombre es que voy corriendo y me pasa cada cosa por la cabeza (cómo a todos), y pensé, lo tengo, el próximo post al estilo Manuel Binoy. De verdad que lo hice con mucho respeto y cariño.

    Saludos

    ResponderEliminar
  9. Hola Manuel, esto va por momentos...lo bueno es poder hacer lo que quieras y no depender de nadie, si quieres correr sólo pues adelante, que quieres ir en grupo pues ahí están los amigos....

    Un saludo
    Quique

    ResponderEliminar
  10. Correr solo es algo especial, a veces casi mágico. Lo bueno es que podemos elegir, y a veces viene muy bien un poco de compañía.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Comparto al 100% tu planteamiento. Gran post Manuel. Saludos.

    ResponderEliminar
  12. Me apunto al encuentro bloggero , pero no seria mejor quedar al lado de las inscripciones a una hora...????para moverte menos por bcn , aparcar , tiempo etc...!!

    Un abrazo !!!

    ResponderEliminar
  13. Yo, como mucha gente, me toca correr casi siempre solo porque la mayoría de la gente que conozco ven el running como algo cansado y aburrido. Cuando tengo la suerte de que alguien viene a correr conmigo es cuando disfruto de otra forma de correr, ya que cuando estoy solo también disfruto de correr... Esto no quiere decir que prefiera correr con gente, simplemente que de vez en cuando la compañía de otra respiración entrecortada es de agradecer.

    Saludos,

    ResponderEliminar