martes, 9 de febrero de 2010

Martes, 9 de Febrero.

Cuarenta minutos de bicicleta estática por la mañana mientras en la pequeña pantalla del televisor un hombre del tiempo que no había visto nunca anunciaba descenso gradual de las temperaturas en toda la península ibérica a partir del jueves y ya por la tarde una hora y quince minutos de carrera continua incluídas diez subidas a la ermita de San Cristóbal y algún que otro cambio de ritmo con la sorpresa final de que mis buenas sensaciones al terminar los entrenos siguen siendo altamente satisfactorias, aunque hoy reconozco que he empezado a correr ligeramente cargado de piernas, pero después de los primeros kilómetros me he ido entonando poco a poco hasta alcanzar un ritmo de rodaje allegro ma non tropo, alegre pero no demasiado, que ha conseguido que sudara abundantemente a pesar de los cinco grados de temperatura que había en el paseo marítino y sintiera que realmente me estaba saliendo un entreno de cierta calidad y algo exigente, cosa ésta última que de un tiempo a esta parte busco y persigo que así sea y huyo de los circuitos fáciles y de los rodajes cansinos y monótonos y busco cuestas y cambios de ritmos y dificultades varias no porque me haya apuntado al abecé del masoquisno runeril, sino porque el cuerpo así me lo pide y entre otras cosas estoy aquí en este mundo y he nacido donde he nacido para darle gusto y hacerle caso en todos aquellas peticiones que quiera hacerme; es mi cuerpo y por el momento sólo tengo uno, así que hay que contentarle, satisfacer todos sus deseos y vigilar que no se enfade conmigo y me deje en la estacada; es mi cuerpo y si le apetece subidas le daré subidas y si lo que le va son cambios de ritmo le daré cambios de ritmo largos y cortos hasta que se harte de ellos y cansado y aburrido acabe rogándome rodajes tranquilos y monocordes y entonces le daré rodajes tranquilos y monocordes y así es la vida, hay que hacer lo que a uno le apetece en cada momento, siempre fiel a sus principios y a la voz de su conciencia, sin tener en cuenta la reacción que nuestros actos pueda tener en los demás; no podemos contentar a todo el mundo, no debemos vivir pendientes de la opinión de los demás, no hace falta que esos demás nos den su aplauso ni su aprobación para que podamos pensar y hacer lo que creemos que tenemos que hacer en cada momento; somos libres y como tales es nuestro deber vivir la vida sin ataduras morales ni culturales ni de ningún otro tipo; hay que joderse si hemos de reprimir nuestros impulsos más hondos y sinceros y dejarlos ocultos sólo por el miedo a que esos demás los vean y los puedan juzgar; hay que joderse si no podemos decir y expresar lo que pensamos y lo que sentimos sólo por el temor al qué dirán y pensarán de nosotros; hay que joderse y tener paciencia con tantas mentalidades cerradas a cal y a canto y dominadas por prejuicios que uno creía que ya no existían y estaban olvidados y enterrados en la noche de los tiempos.

13 comentarios:

  1. Mejor que se jodan ellos Manuel, nosotros a lo nuestro, que es buen camino. Te vas a salir con esos entrenos. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo Manuel , Debe recordarse que no hay ningún ser sin cuerpo, que el cuerpo expresa pues nuestra vitalidad, que el cuerpo se acuerda de todo, que retiene las huellas del pasado y a veces las promesas del porvenir…por eso Manuel haz lo que tu cuerpo te pida.
    Slds

    ResponderEliminar
  3. Manuel estoy de acuerdo, cada uno debe ser fiel a uno mismo, sin dejar que las opiniones de los demas puedan influir en la esencia de nuestro ser, pero siempre abierto a los demas al entorno, porque tenemos que estar abiertos al cambio, a la evolución, ya que nadie se encuentra en poseción de la verdad universal, por eso debemos tener la mente abierta y escuchar opiniones no compartidas por nuestro intelecto, pero sobre todo debemos buscar la felicidad que es el impulso o debería ser que mueva nuestra vida.
    Un saludo filosófico de tu amigo con sobrepeso.

    ResponderEliminar
  4. Hola Manuel, hay que joderse, jejeje, dale al cuerpo lo que te pida.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Como estamos en Carnaval: "Dale, dale, dale al cuerpo, lo que te pida, con careta o antifaz, te tienes que disfrazar, te digan lo que te digan..."

    ResponderEliminar
  6. solo faltaba el cura en la puerta del santuario murmurando al verte subir la cuesta de san cristobal.que murmuren.¿sobrepeso?
    un abrazo,¡AH! estoy atando todo para el viaje a barcelona,he forzado la prorroga.

    ResponderEliminar
  7. Manuel, yo llego a lo de "paseo marítimo" y ahí me quedo, con un pedazo de envidia sana tremendo. Por lo que cuentas tus piernas te piden trabajo, y se lo estás dando en las dosis adecuadas, sigue disfrutando.

    ResponderEliminar
  8. ¡Manuel! (pensamiento) prestame tus piernas para el domingo, jaja. En fin me alegro de esas mágnificas sensaciones y de que pudas realizar esos entrenos de calidad. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Buen entrenamiento y buena filosofía como siempre.
    un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Muy buenas

    Lo mejor es variar de la monotonía y encontrar nuevos caminos, nuevos retos... Y la estática es algo que no puedo pfffff es que es muy rollo!!!

    A por esos entrenos

    ResponderEliminar
  11. Tienes razon el descanso suele dar sus frutos, por lo que esta semana me tomo los entrenas con mas tranquilidad. Muchas gracias por los animos, se agradecen

    ResponderEliminar
  12. Manuel, hay que darle gusto al cuerpo porque sino quién se lo dará?
    Donde menos lo esperamos, encontramos gente no con prejuicios y muros, sino con prisiones enteras en sus cabezas.
    A seguir corriendo porque nos hace libres.
    bss
    Tania

    ResponderEliminar