martes, 19 de enero de 2010

Martes, 19 de Enero.

Después de la empanada mental, por llamarlo de alguna manera, con la que me fui a dormir ayer por la noche, me he despertado esta mañana con los compartimentos estancos de mi cerebro cerrados a cal y a canto, con doble cerrojo y triple llave y cerradura de cemento armado, a salvo de cualquier interferencia externa que pudiera dar al traste con mi firme propósito de salir a correr esta tarde y así ha sido; no han habido sorpresas de última hora, ni accidentes inoportunos, ni llamadas de teléfono no deseadas, ni obligaciones en el último instante de la jornada laboral, ni mandatos imperativos del destino, nada durante todo el día que me haya apartado, ni una décima de segundo, de esa decisión meditada y pactada conmigo mismo; ni siquiera la espectacularidad del cuerpo de Airemi, su extrema sensualidad, su franca sonrisa, sus hábiles dedos viajando por mi pecho y llegando puntualmente y con ternura a la única neurona que dicen que tenemos los hombres, su lengua dulce y con sabor a manzana golden, sus experimentados labios que más que besar te llevan a un reino de sensaciones desconocidas, esos senos pequeños y redondos que tanto me gusta tener entre mis manos, esas piernas largas y fáciles de acariciar en las que siempre me pierdo y me entretengo más de la cuenta, su cuello de cisne que con sólo besarlo se me pone la carne de gallina entregada, sus orejas perfectamente delimitadas y simétricas que reciben con pasión desmedida mis susurros más íntimos, su manera tan especial y atractiva de moverse y quitarse y quitarme la ropa, sus dientes blancos como puntos relucientes y rutilantes en medio de la noche más cerrada y oscura y el sexo de ella siempre cercano y generoso y abundante y dispuesto a recibirme y a hacerme el hombe más feliz y dichoso de la tierra toda; ni siquiera todo eso, que es lo que más deseo y anhelo y amo en este mundo, hubiera sido capaz de apartarme de mi decisión; hoy tocaba correr de verdad, en serio, sin concesiones, poniendo toda la carne en el asador y poniéndome a prueba a mí mismo, comprobar in situ, sobre el asfalto o mejor sobre una superficie blanda, en qué estado de forma me habían dejado tantos días de inactividad y qué daños colaterales me habían causado tantos días sentado en un sillón; la tarde acompañaba, la temperatura era la ideal, la velocidad del viento la perfecta para correr, el color del cielo el más adecuado para la visión, la humedad relativa del aire la justa para no quedarse calado de frío hasta los huesos, el paseo marítimo estaba que te cagas, en su máximo esplendor, rebosante, atractivo, vibrante, impaciente por recibirme, las olas del mar llegaban y se iban en un vaivén monótono y silencioso, la arena de la playa estaba desierta y descansada y fría, todo estaba preparado para dar cobijo y apoyo al resurgir de un runner, al reencuentro de ese runner con sus sensaciones más hondas; ha sido acojonante no por los ritmos ni por la velocidad ni por la calidad del entreno en sí, sino por el momento vivido, por el instante, por lo que se ha sentido ahí donde se sienten ese tipo de cosas y por haber podido correr durante una hora y quince minutos sin miedo y sin dolor y con total entrega y libertad y feliz y contento y dichoso y siendo una vez más, después de muchos días sin haberlo podido ser, un hombre normal y corriente al que simplemente le gusta correr. Os quiero, sois cojonudos.

17 comentarios:

  1. Joder Manuel eso sí que es tomar una decisión, a mitad de entrada pensaba que al final te habías quedado en casa :-)

    Felicidades por el retorno

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  2. Tu si que eres cojonudo,..también te queremos, un abrazo CAMPEÓN,...

    FER

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  3. Muy bien Manuel, 1h 15' te ha tenido que dejar más que satisfecho, me alegro.

    Un abrazo.

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  4. Hola Manel, me alegro mucho por ti, ya estas de vuelta. La verdad es que tenerte que quedar en casa tanto tiempo por una lesión debe ser muy duro y lo importante es que ha valido la pena si los huesos se han soldado bien. Ahora a pensar en Barcelona, espero tus sabios consejos.

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  5. Hora y cuarto no está nada mal... nos sigues contando, pero estoy muy contento de tu recuperación.

    Un abrazo

    jan

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  6. Antes de nada, me alegro mucho de tu recuperación, y que hayas podido entrenar con normalidad. Ánimo y a seguir adelante.
    Leyendo tu entrada, por un momento pensé que me había saltado una de relatos eróticos.

    Un saludo.

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  7. Por fin¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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  8. Me alegro crack , ahora toca seguir , un abrazo

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  9. Felicidades por tu recupearciuón. Aunque no haya sido un entreno de "calidad" seguro que te ha dejado mejores sensaciones que cualquier sesione de calidad.

    Un abrazo,

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  10. Què tal! pues el post lo podrías haber titulado "la agonía y el éxtasis" Muy buenas sensaciones y mejores pensamiento que te acompoñen siempre. Hay gente que con "más" es también más infeliz.

    Saludos desde la otra orilla

    Salut i força!

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  11. empezamos bien manuel,por fin runner de nuevo.una hora y cuarto no esta nada mal para comenzar,esto va pintando bien.saludos

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  12. Joder manuel otro dia perfecto, no se puede pedir mas, redondo redondo, felicidades por todo.

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  13. Bien Manuel! genial que te vuelvas a reencontrar con esas antiguas sensaciones, ahora a volver a recuperar el fondo.
    bss
    Tania

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  14. Me alegro, y reconozco que tienes mucha fuerza de voluntad, porque como comentan algunos, quizás con lo que describes que tienes en casa, seguramente más de uno no sale a correr ni de coña, y se hubiera quedado gastando calorías de otra manera.
    Un abrazo y acuérdate poco a poco.

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  15. Bien Manuel, de nuevo por los camínos. Me alegro que empieces tan bien. Un abrazo

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  16. Eres un artista en esas entradas detalladas, metódicas, llenas de adjetivos y sensaciones, que no sabe uno muy bien hacia dónde vas, en conclusión, me alegro de tu vuelta al running. un saludo

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  17. Yo también después de la entrada pensé que te quedabas en casa... (yo también me hubiera quedado).

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