(Mientras estaba en el tren, camino de casa, después de trabajar.) Primero ha sido la pereza, después el sueño, la desidia, el abandono, el cansancio, la cabeza apoyada en la ventana, el sol dándome en la cara, lo ojos medio cerrados, la cabeza anestesiada, las manos cruzadas sobre la entrepierna, una señora de mediana edad (sentada enfrente de mí) que no dejaba de mirarme, un señor con gafas y el pelo blanco (sentado a mi lado) leyendo un libro con las tapas amarillas, un ligero desánimo subiéndome por las paredes del alma y haciéndose cada vez vez más grande e insoportable, he pensado: hoy no voy a correr, desisto, no pasará nada, el mundo no se moverá de sitio, claudico, descanso y paso, mañana será otro día, total llevo un buen bagaje de kilómetros, un colchón muy cómodo, no me hacen falta los de hoy, puedo pasar perfectamente sin ellos, aprovecharé para hacer otras cosas que tenía que haber hecho hace mucho tiempo, mi vida no depende de unos metros de menos, lo tengo decidido: hoy no corro, tampoco es tan importante, a través de los altavoces una voz femenina y metálica nos avisa de que hemos llegado a la estación de Vilanova i La Geltrú, bajo del tren habiéndome quitado ya de la cabeza la idea de ir a entrenar, contento y satisfecho por haber tomado una decisión tan difícil, llego ante la puerta de mi casa, saco la llave del bolsillo derecho del pantalón, la introduzco en la cerradura, giro a la derecha, abro y empujo, subo veinte escalones, abro y empujo otra puerta y nada más entrar lo primero que hago es cambiarme y salir a correr y volver una hora y treinta y tres minutos después, completamente sudado y feliz.
Muy bueno! Cuántas veces pasa eso. Hoy no corro, y luego sales y todo va perfecto!
ResponderEliminarQué bueno! Acabas de narrar un sentimiento, una sensación que pensaba que era inexplicable.
ResponderEliminarjejeje, muy bueno. Peor hubiera sido al reves, hoy salgo hoy salgo y luego nada. (Reconozco que alguna vez me ha pasado)
ResponderEliminarUn saludo.
¡¡Jajajaja...!! ¡Pecadorrrrrrrrrrrr!
ResponderEliminar¡Genial! Ni Alfred Hitchcock lo habría hecho mejor.
Un micro-relato de suspense hasta la penúltima línea. ¡Fabuloso!
Pecadooooooorrrrrrrrrrrrrrrr
¡Bien hecho!
Pereza, sueño, desidia, abandono, cabeza apoyada en la ventana, ojos cerrados después de trabajar...efectivamente no hay nada como un buen rodaje para corregir esto. Luego una ducha y una buena cena y hasta mañana.
ResponderEliminar¡Magnífico! Cuantas veces hemos hecho eso. Cuantas veces el mismo pensamiento. Cuantas veces hemos vencido al desánimo y la desgana. Cuantas más habrá.
ResponderEliminarHola Manuel, a ver................
ResponderEliminarY me dices que no eres un tío al que admirar???.
Te vamos a nombrar portavoz de unas sensaciones y sentimientos que "todos" alguna vez hemos tenido, y tu amigo Manuel, sabes expresarlas y describirlas perfectamente, como nadie.
Respecto a lo que pones en mi blog, muchas gracias por tus palabras, necesito que alguien desde el punto de vista runeril (como tu eres), me de su punto de vista, sabio y coherente.
Muchas gracias de nuevo por todo D. Manuel y nos seguimos leyendo
Un abrazo amigo
Vaya... que relato más chulo, me recuerda en algunos momentos esos pensamientos.
ResponderEliminarGenial, Manuel
Me ha gustado mucho la entrada, está muy bien escrita. Los kilómetros te hacía falta, quizás para tue entrenamiento no, peo si para tu espíritu.
ResponderEliminarEnhorabuena!!
ResponderEliminarAl final conseguiste vencer esa desidia!
Me ha gustado mucho esta entrada.
Un abrazo!!
Manuel, hoy entro por primera vez en tu blog, picado por la curiosidad, al ver que eras seguidor de varios blogs amigos y me encuentro con tu primera entrada, un pensamiento que describe el sentimiento del corredor popular y el veneno que llevamos dentro, hay veces que no podemos con nuestro alma y al final siempre hay un duende que te empuja a la calle, es inexplicable.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu narración, enhorabuena!!!
P.D. Como veo que eres seguidor de todos los blogs de atletismo del mundo, te invito a que te unas tambien al nuestro. Un saludo
http://halcon-nebrijano.blogspot.com/
Menos mal que tenías tomada la decisión...ja,ja..no dejas de sorprenderme Manuel...eres un crack.
ResponderEliminarEsa mujer del tren, vigílala de cerca....¡eh!
Un saludo
Quique
lo has bordao manuel,me quito el sombrero ante tu entrada.a mitad de la misma ya me parecia raro que no salieras a correr,por lo visto se impuso tu otro yo y acabastes gastando suela,un final feliz,¡que bien!.un saludo
ResponderEliminarSe veía venir, se veía venir. Esta entrada me inspira. Sigue así y disfruta del deporte y de lo que te depare la vida.
ResponderEliminarCuantos buenos entrenos han salido de esos días que hemos estado a punto de no salir, saludos.
ResponderEliminar¡¡Buenísimo!!
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