martes, 3 de marzo de 2009

Martes, 3 de Marzo

Primera salida después de la maratón. Doce kilómetros. Una hora y cinco minutos de carrera continua. Me he encontrado muy bien, mucho mejor de lo que esperaba. No tenía intenciones de salir a rodar tan pronto. Habíamos hablado con Eaglerun y con Josep Antoni que después del esfuerzo realizado sería conveniente descansar hasta el jueves. La verdad es que en un principio lo tenía muy claro. El lunes por la mañana me desperté con ligeros dolores musculares en las piernas y cuando llegué a casa por la tarde ya había decidido que por muchas ganas que tuviera no saldría a correr hasta el jueves o incluso hasta el domingo. Pero a veces las cosas que tiene la vida no son como uno creía que eran y esta mañana, como si en el transcurso de la noche algo hubiera sucedido en mis músculos, como si alguien que me quiere los hubiera manipulado, me he despertado como nuevo, con muy buenas sensaciones en la cabeza o donde se perciban ese tipo de sensaciones, sin dolor en ninguna parte de mi cuerpo, bajando todas las escaleras que me he encontrado en el camino como cualquier otra persona, sin doblarme para nada, sin hacer malabarismos extraños, sin tener que apoyarme en la barandilla de turno, sin parecer un maratoniano roto y descalabrado. Estaba fresco como una lechuga. He llegado de trabajar y antes que cualquier otra cosa, a las seis y media de la tarde, me he calzado las Nike Pegasus, he salido a correr por el paseo marítimo y he disfrutado y me he sentido bien, cómodo con el ritmo que he cogido desde el primer kilómetro y apenas he notado el esfuerzo del domingo y mientras iba corriendo he pensado que a lo mejor hice la maratón a un ritmo muy por debajo de mis posibilidades reales porque la verdad es que me he recuperado muy rápido y ya tengo ganas de preparar y correr la próxima maratón que según todas las conversaciones mantenidas con Eaglerun apuntan a que será la de Ampurias, el próxima cuatro de Mayo.