lunes, 9 de febrero de 2009

Lunes, 9 de Febrero

Quince kilómetros (una hora y veinte minutos) a un ritmo vivo y alegre, las piernas parecía que fueran solas, volaban, saltaban y se levantaban del suelo con una facilidad asombrosa, las rodillas casi llegaban hasta el cielo, me he sentido muy bien, pletórico de fuerza, los brazos moviéndose correctamente, la mirada al frente, con ganas de seguir corriendo hasta el último suspiro. Manuel Tintoré me ha llamado por teléfono. Adelanta el día de regreso. Está cansado de la nieve, del frío y de los alemanes. El congreso sobre literatura y conciencia ha resultado ser un montaje editorial y de negocios muy particulares.

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