domingo, 8 de febrero de 2009

Domingo, 8 de Febrero

Otro domingo, nueva tirada de veintinueve kilómetros y otro cúmulo de buenas sensaciones en la cabeza, en las piernas y en los músculos que mueven el corazón. Estoy contento, veo a mi hija feliz y la vida, por el momento, me sonríe y se porta bastante bien conmigo, no me putea demasiado, se me hace fácil mirarme en el espejo por las mañanas y decirme a mí mismo, a la imagen que se refleja en el otro lado, que a pesar de todos los posibles pesares que pueda tener a mis espaldas y a mi alrededor no puedo quejarme ni de lo que soy ni de lo poco que tengo. El entreno de esta mañana, para no perder la costumbre, ha sido más que correcto. Debido a la media maratón de Barcelona y a una carrera de montaña que se celebraba en Sant Pere de Ribes, hoy sólo nos hemos juntado cuatro locos del asfalto, de la carretera o de como queraís llamarlo. La cuestión es que éramos cuatro: Eaglerun, Josep Antoni Córdoba, Estanislaw y yo mismo. El circuito escogido ha sido el de Sitges, dos horas y treinta y ocho minutos es el tiempo que hemos tardado en completar toda la vuelta hasta regresar a Vilanova. Eaglerun se ha resentido de su lesión en la parte de atrás de la rodilla. Josep Antoni ha sufrido un ligero contratiempo en la boca del estómago. Estanislaw ha cubiero todo el recorrido con cuatro kilos de lentejas colgados en la espalda, dentro de una mochila, y yo me he encontrado bastante bien, con buenas perspectivas de cara a la maratón. Ha sido una mañana soleada y de poco frío, de buena compañía, un buen ambiente entre los cuatro. Después de comer, una vez duchados y más descansados, Eaglerun y yo nos hemos visto para tomar un café y hemos decidido que en la media maratón de Gavá-Castelldefels del próximo domingo intentaremos rebajar el tiempo que hicimos en la media maratón de Sitges. (Total kilómetros a la semana: 96)

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