martes, 8 de mayo de 2012

Bueno, vale, rectifico, rebobino, me flagelo, me arrodillo, me trago mis palabras y pido perdón públicamente a la más maravillosa y perfecta de las piernas no sin antes prometer ante el consejo de los doscientos diecisiete seguidores que de mi boca nunca más saldrán palabras malsonantes ni insultos dirigidos ni a mi pierna izquierda ni a ninguna otra parte de mi cuerpo; y esto que acabo de escribir, como se dice vulgarmente, va a misa y entra de lleno en el templo de las promesas más sagradas y de los propósitos más firmes e inquebrantables; y ahora, una vez expiada mi culpa, tengo que decir, en honor a mi querida, amada y piadosa pierna, que durante los cuarenta minutos de carrera continua que he hecho ésta tarde, a un ritmo muy tranquilo, todo hay que decirlo, la molestia de la susodicha pierna ha sido tan ligera y liviana que apenas me ha molestado y encima me ha permitido seguir el entreno con sesenta minutos de spinning, lo cual me lleva a pensar que me estoy pasando tres pueblos y que tal vez me esté escuchando demasiado, cosa bastante probable si tenemos en cuenta que hasta el día de hoy ni mis huesos ni mis músculos habían dado señales serias ni de protesta ni de queja; será, como suele decir la simpática de mi hija, que me estoy haciendo mayor y que el aumento de los niveles de chocheo trae consigo una bajada considerable de defensas y eso permite que el miedo entre a raudales en mi cerebro, provocando que me alarme como un histérico ante la más mínima disfunción muscular; si no fuera porque es de mi misma sangre la encerraría una temporada en las mazmorras de palacio; el otro simpático de la familia, mi hijo, lo soluciona todo diciéndome que si hiciera el amor más a menudo no me dolería nada; ten hijos para esto.


14 comentarios:

  1. Tus miembros van a acabar contigo... ;) Aunque claro, tener una pierna que escribe algo sí que impone... ;)

    ResponderEliminar
  2. Pierna a pierna
    manos acariciando las extremidades inferiores
    para otorgar plácer al dueño de las mismas,
    para que eleve su mirada hacia las nubes
    y la tormenta de espermatozoides
    tapone a los poros de su alma...

    -Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-

    ResponderEliminar
  3. Sabes quien inventó las carreras a la pata coja???

    Una pierna izquierda cabreada con su dueño, yo que tú iría con ojo no vaya a ser que se niegue a moverse.
    Piernas, gorras, zapatillas.....todos se revelan contra tu persona ya no te respeta.....y para colmo lo de tu hijo, gracioso el muchacho!!!!

    PD:Escucha tu cuerpo.

    ResponderEliminar
  4. Pues habrá que hacer caso a tu hijo ¿no?

    ResponderEliminar
  5. Aceptemos que todo va bien y que tus piernas se han portado correctamente, esto aliviará también tu mente.Un saludo y..ojo con los niños..jejeje

    ResponderEliminar
  6. Disculpas aceptadas. Pero que no se repita. Slds.

    ResponderEliminar
  7. Pasito a paso se quitan dolores de piernas y en cuanto menos te lo esperes estaras haciendo tus caracteristicos cambios de ritmo. Abrazo fuerte Manuel

    ResponderEliminar
  8. ¿Tu hijo? me he perdido... Aunque en lo de hacer el amor tiene razón, en parte, porque probablemente tengas unas agujetas en los glúteos máximus de tres pares de coj... xD

    ResponderEliminar
  9. Sabios tus chicos. Dignos descendientes de su padre.

    ResponderEliminar
  10. Rectificar es de sabios, siempre mucho mejor mimar que insultar. Y hablando de sabios por lo que se ve tienes otros dos muy cerca.

    ResponderEliminar
  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  12. Tus piernas se van hacer más famosas que el baúl de la Piquer, ja,je,ji,jo,ju.

    ResponderEliminar
  13. yo a tus hijos los metía en las mazmorras una semanita a ver si cuando salen muestran un poco de respeto por el gran visir

    ResponderEliminar
  14. Esas siempre son BUENAS NOTICIAS!!!

    ResponderEliminar