miércoles, 11 de mayo de 2011

Miércoles, 11 de Mayo.

Llego a casa después de trabajar y sin pensármelo dos veces me cambio de ropa y salgo a correr; destino: paseo marítimo; objetivo: treinta minutos de calentamiento (incluídas las diez subidas de rigor a la ermita de Sant Cristofol) y tres series de tres mil metros; la tarde acompaña, buena temperatura y estado de ánimo equilibrado, ligeramente alterado al alza; no sé por qué extrañas razones, pero mentalmente hablando rozo la armonía, es decir, no hay fricción entre mis neuronas; no se rozan, conviven en paz y eso produce tranquilidad (¿la felicidad de los idiotas?); tal vez sea el estado más idóneo para salir a correr y también para vivir; ojalá fuera siempre así; dos horas y media más tarde: objetivo cumplido; para los amantes de los números decir que las series me han salido a un promedio de cuatro minutos y veinte segundos el kilómetro; Jueves, 12 de Mayo: después de las series de ayer hoy tocaba rodaje tranquilo; han sido setenta minutos de carrera continua; hoy Viernes, 13 de Mayo, han sido siete cambios de tres minutos y el domingo, en compañía del Indio Ziur, está prevista una salida larga; ya veremos cómo responden mis piernas; los implantes, de momento, no se quejan.

2 comentarios:

  1. Ojalá siempre la armonia fuera la misma pero el cuerpo tiene estas cosas y va relacionado con muchos aspectos. Sigue así Manuel
    Un saludo

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  2. Amigo Manel, te dije que haría kilómetros por ti mientras tu no los hicieras o no pudieras hacerlos en condiciones. Hace unos días te dediqué la docena de kilómetros que hice en la Laguna del Campillo. ¡Van por ti!
    http://pepemillas-lucesysombras.blogspot.com/2011/05/12-kilometros-en-la-laguna-del-campillo.html

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