Lo más sorprendente de los trece kilómetros que he corrido hoy (me han sabido a poco; me hubiera gustado hacer unos cuantos más) ha sido el momento en que para apretarme los cordones de las zapatillas me he parado unos segundos en la Avenida Vallcarca y cuando instintivamente he levantado la mirada mi sorpresa ha sido mayúscula al comprobar que estaba justo delante de un edificio en el que, y esto no es broma, podía leerse: Parroquia Sant Jordi; en un principio me he dicho que la vida está llena de casualidades inexplicables, pero a medida que ha ido pasando el día ha ido ganando en mi mente la idea de que tal vez el hecho de que me haya parado justamente ahí puede tener alguna clase de mensaje que por el momento no tengo elementos de juicio suficientes como para poder descifrarlo; no deja de ser curioso; me voy de Vilanova, dejo de correr por la zona donde está la ermita de Sant Cristófol (zona que por otra parte me encantaba y en la que me encuentraba muy a gusto entrenando) y cuando llego a Barcelona y empiezo a correr por sus calles resulta que el segundo día me doy de bruces con otra parroquia; ¿por qué me habré parado precisamente ahí y no delante de un bar, o de una sucursal bancaria, o de una empresa o de un bloque de edificios normales y corrientes? No me considero una persona religiosa al estilo tradicional de la palabra, soy más bien agnóstico, ateo e iconoclasta; no me dan ninguna garantía de confianza ni la iglesia ni el papa ni los curas convencidos de que de ellos solos es el reino de la tierra y de los cielos; no es muy justo que sólo ellos estén en posesión de la verdad; su hipocresía, demostrada a lo largo de la historia, y su desmedido interés por el afán de poder y supremacía sobre el resto de los mortales me hace mirar siempre al lado contrario de donde están, circunstancia ésta última que me lleva a descartar la posibilidad de que sea yo el que busque expresamente estar siempre cerca de una parroquia o de una iglesia; si no existieran la calidad moral de mi vida seguiría siendo la misma, no son determinantes en mi existencia; reconozco, que no suene a pedantería lo que voy a decir, que soy una persona bastante espiritual y que rezo y que creo a mi manera; tal vez sea esa espiritualidad la que se siente atraída por los templos sagrados sean de la religión que sean; me encanta y la verdad es que siento algo muy hondo y especial cada vez que tengo la oportunidad de visitar uno de esos templos, siempre han de estar vacíos, en los que el silencio y el recogimiento me dejan sin habla, muy pequeño ante el mundo material pero muy cerca de otra cosa que no sé cómo llamarla, pero que me hace sentir muy bien y en paz conmigo mismo y con todo lo que me rodea; bueno, creo que estoy empezando a desvariar y a enrollarme más de la cuenta; para terminar con la entrada de hoy diré que con los trece kilómetros de esta mañana he disfrutado y que poco a poco le voy cogiendo el pulso y el gusto a eso de salir a correr a las seis de la mañana; el circuito de hoy pienso repetirlo más a menudo, me ha gustado.
Si es que ya ni los ateos somos como antes... aunque yo en mi caso soy cero espiritual. Eso sí, siempre desde el respeto a los creyentes, comparto tus opiniones al 100%. Lo tuyo es afición por las parroquias, por algo será ;)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Hola Manuel, te traduzco ese mensaje, tienes que convertirte ya es hora, jejeje, no me jodas ni se te ocurra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al final te veo en el seminario, buen entreno.
ResponderEliminarYo creo que debes entrenar con algun cura o algo asi. Vaya casualidad.
ResponderEliminarMe alegro de que sigas disfrutando de los entrenos.
Sin duda van a por ti Manuel ¡corre todo lo que puedas!
ResponderEliminarpues si que es casualidad,espero que no haya cuestas o escaleras en la puerta de la parroquia porque sino el dia que te vea el cura por alli empieza a santiguarse tambien pensando que alguien te ha enviado desde algun sitio extraño.salu2
ResponderEliminar...y si entras?
ResponderEliminarEl universo esta lleno de casualidades, ni caso...
ResponderEliminarCiao
Lo que sería la caña es que el cura fuera corredor (que los hay) y se te juntara para los rodajes matutinos antes de la misa diaria.
ResponderEliminarHola, Manuel. Bien por los 13 kms que realizaste y lo mejor el hecho de que disfrutas con ello. El parroquiano de la ermita por donde ibas a entrenar te echará de menos.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo creo que no me haría a madrugar para salir a correr. Aunque nunca podré decir de este agua no beberé.
ResponderEliminarLas madrugadas tienen algo especial, en cuanto te habitúes a empezar el día de esa manera vas a flipar con las sensaciones de las calles vacías y de ver amanecer.
ResponderEliminarLo de la parroquia puede tener su significado, y como dices tu hay bancos y miles de tiendas en la calle y solo una iglesia es la que te ha llamado la atención. Yo soy católico y practicante, un bicho raro en estos días, y reconozco que hay cosas que no me gustan de la Iglesia ni de su historia, pero también veo las cosas buenas y con ellas me quedo. El cura de mi parroquia se lo llevó la Compañía de Jesús a ayudar en un campo de refugiados donde la genta muere a balazos por hacer cosas como las que él hace allí, y ha ido allí con más de sesenta años y no para estar un tiempo, sino para quedarse. Como verás hay de todo. Vaya charla, perezco un Testigo de Jehová.
Con la Iglesia hemos topado ! ! !
ResponderEliminarBueno, pues casualidades hay para todos los gustos, lo importante es que disfrutes en tus entrenos y encuentres nuevas zonas para poder correr.
Abrazos desde Panama
FER
A mi me pasa eso dos veces y salgo por patas por donde he venido jajjaa.
ResponderEliminarHay coincidencias que nos llaman la atención sin tener una causa concreta, y a veces es más el sentido que queremos darle a esa coincidencia.
ResponderEliminarSuerte con lo entrenos.
Un abrazo.
Manel, esta vida es curiosísima, porque?, pues porque hasta en este punto, estamos en la misma onda, es decir pienso practicamente igual que tu en muchos sentidos, vamos practicamente en todos.
ResponderEliminarYo lo que digo siempre es que no soy ateo, estoy en crisis de fe.......
Lo que pasa es que la crisis empezó cuando tenía 14 años, tengo 52 y sigo en ella, profunda crisis no?.
Además sin ninguna esperanza (ni ganas) de salir de ella.
Un abrazo y cuidate.
Estimado Manuel, este es un mundo de causalidades, la casualidad, no existe; en un momento de cambio en tu vida, parece un buen síntoma tu "casualidad", tus 13 km, y tu decisión de repetir circuito... Llegar y triunfar ¡¡, como en casa ...
ResponderEliminarEsto no tendrá nada que ver con los madrugones?? jejeje. Me alegro que disfrutes corriendo, es de lo que se trata!! Yo tampoco soy religioso y me encanta visitar los templos, tienen algo especial...Nos leemos!!!
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