sábado, 9 de enero de 2010

Sábado, 9 de Enero, un día cualquiera de estos últimos.

Abro los ojos a las seis o a las siete de la mañana, sin necesidad de ningún despertador, por la fuerza de la costumbre, de memoria; pongo los pies en el suelo, me levanto del sillón en el que he intentado dormir y compruebo con desesperación que las costillas todavía me duelen, voy a la cocina, pongo la cafetera en el fuego, voy al lavabo, dejo que mi cuerpo cumpla con sus necesidades fisiológicas, vuelvo a la cocina, me preparo un café con leche, me lo bebo, como algo y me tomo el primer antiinflamatorio del día; voy al comedor, enciendo la televisión, vuelvo a sentarme en el sillón que estos días me hace de cama y me entretengo cambiando de canal hasta que encuentro uno que pueda interesarme, generalmente me detengo en alguno que den noticias, documentales, entrevistas o algún programa deportivo hasta que sin saber muy bien por qué (no tengo nada que hacer ni ningún sitio adónde ir) decido que ha llegado el momento, complicado y molesto para mí, de afeitarme, ducharme, lavarme los dientes y vestirme de calle para volver a sentarme en el mismo sillón en el que estaba antes y después de otro buen rato mirando y escuchando la televisión cojo La noche de los tiempos, abro el libro por la página donde tengo el punto y voy leyendo tranquilamente, metiéndome en la historia que me cuentan, dejando pasar los minutos, disfrutando de la lectura hasta la hora de la comida (el hecho de estar momentáneamente instalado en casa de mi madre me facilita las cosas y me ahorra la molestia de tener que cocinar) comemos, charlamos, comentamos muy por encima aspectos de la vida, del mundo, de la situación actual de la política y de la familia en general, ingiero el segundo antiinflamatorio del día, tomamos café, me levanto de la mesa, vuelvo a sentarme en el sillón que ya se amolda sin dificultades a la anatomía de mi cuerpo y a medida que en la televisión voy escuchando las noticias del mediodía me voy durmiendo lentamente hasta que por fin pierdo la conciencia y cuando salgo de la siesta y vuelvo a despertarme me duelen las costillas, me incorporo ligeramente, adopto una posición más cómoda y menos dolorosa en el sillón y sigo sentado en él y vuelvo a coger el libro que estaba leyendo, lo abro por la página en la que me había quedado y sigo leyendo hasta media tarde, hora de la merienda, un café con leche y una ensiamada o un croissant o lo que se tercie; el tercer antiinflamatorio del día entra en mi estómago a la hora que le corresponde; son las ocho de la tarde y desde este momento y hasta la hora de la cena los acontecimientos se van desarrollando sin ningún interés digno de mención, hablo por teléfono con mi hermanos, recibo la visita de algún amigo, comento con mi madre lo aburrido y asqueado que estoy con este contratiempo que me está tocando vivir, leo vuestros blogs y escribo algún que otro comentario y así va transcurriendo el tiempo hasta que llega la noche y después de cenar y de ver un poco más de televisión me dispongo a pasar otra madrugada, en la que siempre sentado en el sillón, intentaré dormir sin conseguirlo del todo, a trompicones, tres o cuatro horas seguidas como mucho, con paciencia, buscando la posición en la que el dolor sea más llevadero, dejándome llevar por el lento y silencioso transcurrir de los minutos hasta que poco a poco amanece un nuevo día y vuelta empezar, abro lo ojos a las seis o a las siete de la mañana, sin necesidad de ningún despertador, por la fuerza de la costumbre, de memoria...

18 comentarios:

  1. Un poco aburrido sí parece, pero es lo que toca. Piensa que es una inversión en tu cuerpo, y que luego vas a coger las zapatillas con muchas ganas.

    ánimo

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  2. Si es monótono y poco apetecible, pero es lo que necesita tu cuerpo para que dentro de muy poco todo esto cambie y vuelvas a hacer cosas que te agraden, entre ellas correr.
    Fuerza Manuel para sobrellevar esta situación y a pensar que cada día que pasa es uno menos que te queda por aguantar en esas condiciones.
    Un abrazo!

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  3. Manuel,
    Así como lo cuentas, parece aburrido, pero procura ser optimista, todo pasa. Recuerda: "Dos hombres miran tras las rejas, un ve barro, el otro ve estrellas".
    TODO ESTÁ EN TU CABEZA.
    Hoy nos hemos juntado 15 blogeros en Casa de Campo y hemos hecho 16K con sol y mucho fío. te brindo los míos.
    Un abrazo.

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  4. Es duro para animales como nosotros tremendamente disciplinados sometidos a una actividad que es anormal para el resto de los mortales, que de repente nos pille un atasco como en el que estas metido y ves que vas avanzando pero muy lentamente, la vida ajetreada fuera de casa transcurre a una velocidad vertiginosa, pero observas todo a cámara lenta desde tu coche, pero tu cola no avanza... Amigo pronto saldrás del atasco y esto será una de tantas anécdotas de contar como las miles que hay en nuestras vidas... Seguimos en contacto amigo

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  5. Mucho ánimo! lo que hoy es una pesadilla puede que mañana te de fuerzas para seguir adelante. De alguna forma tenemos que intentar convertir lo negativo en positivo, la debilidad en una fuente de fortaleza. Cuendo las cosas cambien siempre tendrás un plus que no tenías, conociendo lo malo se aprecia más lo bueno.

    Un saludo y ánimo!

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  6. Manuel, y da gracias a que te encanta la lectura (que ganas tengo de empezar ya el de Muñoz Molina, que me estás poniendo los dientes largos). Como dice Antonio, esta mañana nos hemos acordado de tí corriendo por la Casa de Campo. Un abrazo

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  7. Animo manuel, que es lo que tienen las lesiones de cualquier tipo. Piensa que poco a poco vas a mejor y vas tomar con tantas ganas el correr, que vas a dar miedo.

    Un abrazo.

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  8. Paciencia, cada día que pasa, estás más cerca de dejar a un lado esta situación en la que te encuentras. Hay que seguir con ánimo y adelante.

    Un saludo.

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  9. Hola Manuel, te estás generando una paciencia de acero, solo de leerlo me resulta incomodo, no creo que yo aguantara tanto, no lo sé.
    Ánimo y paciencia que ya estás llegando al final.
    Un abrazo.

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  10. Manuel, no sabes lo identificado que me siento contigo cuando dices eso de intentar dormir unas cuantas horas en la posición que menos duela, no lo sabes bien. Un abrazo, ahora toca recuperarse, darás miedo cuando vuelvas a correr de miedo. Seguimos leyéndonos

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  11. Dentro de poco ya dormiras a pierna suelta, eso si, el dolor aún permanecerá una temporada, (yo cuando pasé por esa situación, la solventé haciendo bicicleta en el rodillo, una estática tampoco estaría mal, y descubrí que nadando no me dolian tanto las fisuras), así que entre nadar y bici y unas buenas lecturas pasé el tiempo hasta que el dolor desapareció, si tienes posiblidad pruebalo, quizas tembién te venga bien. Un abrazo y que te recuperes lo antes posible.

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  12. Animo Compañero, al menos piensa que hay un montón de gente mandando energía positiva y que se preocupa por ti,....yo mañana tengo 4 horas y te las dedico,..VAN POR MANUEL,...

    Abrazos,
    FER

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  13. Venga Manuel, ánimo, lo peor ha pasado. La meta está ahí al lado. Paciencia.

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  14. Manuel! paciencia , racuerdas la mierda de mi esguince???? pues aun no me deja entrenar con regularidad! poco a poco!

    Un abrazo fuerte amigo!

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  15. Vaya tortura... Leyendo entradas anteriores me he enterado de lo de tu fisura y de que al menos la recuperación va por buen camino. Paciencia entonces, y en poco, de nuevo a la ruta...

    Saludos. ;-)

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  16. Mucho ÁNIMO!!!

    ...me ha recordado a la peli del Dia de la Marmota! Todos los días eran iguales!

    Un saludo!!!

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  17. Hola Manuel, piensa que cada vez te queda menos para salir de esa rutina y resurgirás como el ave fenix, nos reiremos juntos de estos diás tan aburridos...

    Mucha fuerza y paciencia amigo
    Quique

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