miércoles, 27 de enero de 2010

Miércoles, 27 de Enero.

No sé por qué extrañas razones, pero la verdad es que la subida que hay hasta la ermita de San Cristobal ejerce sobre mí un poder de atracción bastante difícil de explicar, lo reconozco: me gusta y me pone, como suele decirse vulgarmente; es acercarme a ella y mi cuerpo no tarda ni un segundo en ponerse nervioso e inquieto y antes de que pueda darme cuenta ya la estoy subiendo y bajando una y otra vez tanto por el lado derecho como por el izquierdo como por el centro e incluso en zig-zag y es como una borrachera de poder lo que siento cada vez que la subo porque noto bajo mis pies cómo la domino y la doblego y hago con ella lo que se me antoja en cada momento; no tiene nada de especial, como subida en sí misma no es nada del otro mundo, no es ni muy larga ni muy corta, un minuto es lo que tardo en subirla, tampoco su inclinación es un elemento a destacar y sin embargo hay algo en ella que me tira y me atrae de una manera casi enfermiza y esta tarde he vuelto a caer en sus redes y sin poder hacer nada para evitarlo la he subido diez veces, las suficientes para vaciarme y quedarme totalmente satisfecho, le he demostrado quién soy, con quién se la está jugando, quién manda aquí y después de haberme despedido de ella y de haberla dejado a mis espaldas he seguido corriendo y al final y según el cronómetro Calypso que suelo llevar en la muñeca del brazo izquierdo he hecho un total de una hora y treinta y tres minutos de entreno variado y un día más he terminado bien, contento con el comportamiento de mi cuerpo y con ganas de volver a salir a entrenar mañana; posdata: en lugar del párroco del otro día, ésta tarde, sentados ante la puerta de la ermita, había siete o ocho diablillos de unos diecieseís años aproximadamente que mientras yo me mataba a subir y a bajar ellos se entretenían a liar y a fumar porros y tal vez alucinaban y comentaban, divertidos entre sí, que ese loco de la gorra blanca y las mallas negras debía estar más colgao y más ciego que ellos porque hay que estar colgao y ciego de verdad para estar aquí subiendo y bajando tantas veces como un gilipollas con el frío de cojones que hace; no lo sé, tal vez tengan razón, aunque a estas alturas de la vida no me importa lo más mínimo.

19 comentarios:

  1. Hola Manuel, es curioso, pero todos tenemos algún sitio feticje donde nos gusta entrenar. Yo por ejemplo cuando salgo a correr siento una "atracción" por recorrer todo el Paseo Marítimo de Gavá y Castelldefels hasta llegar a Port Ginesta. Entonces me doy una vuelta por dentro, me pongo los dientes largos con las pedazo de embarcaciones y yates que hay allí y luego deshago el camino :-)

    Un saludo
    PD: Como ves, es el primer comentario que escribo en el blog. Hasta ahora nos cruzábamos en otros.

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  2. Holaaaaa querido amigo Manel.
    Perdón por la tardanza en escribir pero he estado muy liadillo ultimamente, despues de responder a todos los colegas, intentare poner algo en el blog aunque es muy tarde ya.
    Veo que ya ya estas donde debes de estar, corriendo, en sincronización total de tu mente y tu cuerpo, como a tí te gusta, cosa que me alegra.
    Sobre el comentario de los jovenzuelos en la ermita y quien lleva razón o no la lleva, de sobra sabes compañero con la experiencia que da la vida, más la tuya propia, que ellos lamentablemente no encuentran ni una milesima parte de la satisfacción que tu te llevas al subir con suficiencia la cuesta de la ermita.
    Al final tu te vas a tu casa (corriendo eso si), satisfecho, y ellos se quedan fumando porros.
    La moraleja te la dejo a tí amigo Manel que la deduzcas.
    Un abrazo grande
    Rafa

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  3. Hola Manuel, veo que sigues teniendo muy buenas sensaciones, en cuanto a lo de subir y bajar pregunto ¿ eres de asendencia gallega? Un abrazo.

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  4. ¡Y cómo me alegra volver a leerte así, Manel! ¡Cómo me alegra y me enriquece! ¡De qué manera!

    Me alegro de volver por aquí. Lo echaba de menos. Disculpa la tardanza. Sabes que me sigues teniendo en tus filas de fieles aunque no me asome. Tengo mucho pendiente que leer por aquí y lo haré, no te quepa duda.

    Si a estas alturas de tu vida te importaran esas cossa, mal lo llevarías amigo.

    Contento de ver que vuelves a ser tú mismo y de que tu cuerpo te haya perdonado, te dejo un fortísimo abrazo, amigo.

    Te sigo de cerca.

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  5. Tú lo que te pasa es que querías saludar al párroco, que ya le echabas de menos. Manuel, que me estás cambiando, de aquí a poco te veo en misa de diez...


    un abrazo muy fuerte

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  6. Ya te digo Manuel, al final, amigos tu y el parroco. Me alegro de que ya estes plenamente bien y con ganas.

    Un saludo.

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  7. Hola Manuel, haber si vas a estar poseido por algún demonio raro....

    Buen entrenamiento y lo mejor es que vas sumando km's....

    Un saludo
    Quique

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  8. Con la historia de la Ermita de San Cristobal nos quieres despistar y tú mientras tanto, te estás poniendo más fuerte que el vinagre, bien por esas cuestas, jejeje

    Un abrazo.

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  9. Prefiero el porro de subir y bajar... Menos mal que al final tu mandabas, me quedé preocupado al principio de la lectura.

    Slds

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  10. Hay algo hay dentro en esa capilla que te llama, algo casi místico que cada día intenta que entres. Y tú mientras te machacas en las cuestas piensas que quizás deberías entrar, pero hoy no es el día. Como el entrenamiento, "la llamada del Creador" cala despacio, día a día. Acabarás entrando unos segundos para ver lo que hay ahí dentro, luego entrarás a hacer los estiramientos mientras das gracias al Creador por dejarte correr cada día, mientras el párraco desde las sombras te mira satisfecho.

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  11. Es la llamada del Señor la que te acerca a la ermita. Creo que es más sano, por lo menos para la mente, el ejemplo que estabas dando tú que la imagen que daban ello con la fumada. Me alegro cómo vas evolucionando, anímica y físicamente.

    Un saludo.

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  12. Asin te veo cara de beato jejeje pero es cierto que uno esta mas agusto cuando el recorrido es del gusto de uno
    Un saludo campeon

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  13. Manuel, seguro que el párroco fue a comprarse sus zapas!

    Vaya entrenos los tuyos! uff enhorabuena por esas sensaciones!

    Me has dejado pensando, no sé si tengo sitio fetiche para correr ... hummm...lo meditaré!
    bss
    Tania

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  14. Al final te van a dedicar hasta alguna parábola tipo "la parabóla del corredor pródigo".

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  15. Ni lo dudes que los enanos esos estaban diciendo eso, no te quepa la menor duda.Buenos entrenamientos.

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  16. El otro día, en el autobús, niñatos se reían de los corredores que iban por el paseo marítimo. ¿que sabrán ellos? Me alegro que lo de tus costillas haya pasado a la historia. Un abrazo

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  17. Coincido contigo Manuel en que hay sitios fetiche, vamos a tener que cambiar la subida esa a la Ermita por mi circuito del Lago.

    A los pelaitos ni caso, si uno se enfrentara cada vez que se rien o burlan de uno por correr, andaríamos todo el día a porrazos.

    Un abrazo
    FER

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  18. ¿Estas seguro de que tú dominas la cuesta o ella te domina a tí? Porque ella consigue que te enredes con ella día si y día también ;-)

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  19. Manuel veo que todo va por buen camino,a seguir asi y ha ir muchas veces a la hermita.

    Una duda,¿crees que los chicos de 16 años hicieron la bajada de la hermita en Zig Zag?

    jeje... para mi que si.

    Un abrazo.

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