domingo, 3 de enero de 2010

Lunes, 4 de Enero

Aparte de no salir a rodar, intentar dormir, comer más de la cuenta, ver más televisión de lo que es recomendable para la buena conservación de la salud mental y de haber ganado un par de kilos por no haber podido quemar las calorías ingeridas, estos últimos días de obligado descanso me han servido, primero, para estar más horas con mi hija, y segundo, para disfrutar al máximo de una de mis otras pasiones, la lectura, empezando por Invisible, de Paul Auster; Ferdydurke, de Witold Gombrowicz; Bajo la isla, de Isabel Allende, y la Noche de los tiempos, la nueva obra maestra de Antonio Muñoz Molina, 958 páginas que he empezado a leer esta mañana y que como todo lo que ha escrito este señor me deparará muchas horas de placer y de satisfacción. Recuerdo, sin nostalgia, aquellos años de mi vida en los que prácticamente no hacía otra cosa que leer y leer, encerrado en una habitación de cuatro metros de largo por tres de ancho cuyas paredes estaban repletas de libros; leía empujado por una voracidad desmedida, intentando encontrar en las páginas de cada libro que abría las respuestas a las muchas preguntas que me hacía constantemente; era como una obsesión, casi una necesidad imperiosa, una tabla de salvación, un clavo ardiente al que me aferré durante muchos años y gracias al cual pude salir de lo más hondo de un pozo y vivir desde entonces en la superficie; recuerdo que llegaba a leer un promedio de cinco libros al mes, era una locura, algo así como una postura ante la vida, no me interesaba nada más, sólo leía y leía, me tragaba un libro tras otro, encontraba un autor que me interesaba y me leía toda su obra con una fe y una devoción que rayaban la obsesión más enfermiza, entraba en las librerías como el devoto que entra en un templo sagrado, acariciaba los lomos de los libros, los tocaba una y otra vez, los acariciaba, olía su interior, me gustaba poseerlos, el taco del papel, el olor de la tinta impresa, verlos en la estantería de mi habitación, perfectamente colocados por orden alfabético de autor, mis libros, todavía los conservo, aproximadamente son unos tres mil y pico, la mayor parte de ellos leídos y amados impulsivamente hasta que un día un buen amigo mío me dijo que lo que yo buscaba en la lectura con tanta urgencia él lo había encontrado corriendo, me invitó a correr con él, me convenció para participar en una carrera popular y luego en otra y en otra y así fue como poco a poco fui leyendo cada vez con menos ambición y corriendo cada vez más, sustituyendo paulatinamente la lectura por el running como fuente de estabilidad y elemento de búsqueda constante; cambié una religión por otra, dejé de ser un lector empedernido para empezar a ser un corredor habitual y así hasta el día de hoy. No me arrepiento del cambio. ¿Alguien puede decirme qué debo hacer para que me coincidan las fechas del encabezamiento? Gracias.

20 comentarios:

  1. Hola Manel!!vec que has passat uns mals moments, anims i a començar de nou a correr!
    Et desitjo un bon Any!

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  2. Yo tengo guardado el libro de Muñoz Molina para cuando tenga unas semanas tranquilas... porque sé que me va a encantar y quiero paladearlo.

    El de Paul Auster, que tal está?. Es que ese autor tiene libros preciosos (Brooklyn Follies, el palacio de la luna) y otros que se me hicieron muy aburridos.

    Ahora me estoy leyendo uno precioso, editado en español, como "Cuentos completos" de Amy Hempel... Ojealo si puedes, te encantará.

    Y sigo siendo un adicto a la lectura, una media de siete u ocho libros al mes... por ahora lo puedo compaginar

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  3. La lectura da grandes satisfacciones como el running, lo mejor es compaginarlo, pero ahora solo puedes hacer una de las dos cosas.
    un abrazo

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  4. Es curioso la cantidad de runners que hay aficionados a la lectura. Aunque parezcan cosas muy diferentes en ambos hobbies se busca la pza interior, la soledad necesaria, el descubrimiento de algo nuevo. Habrá que escirbir algo sobre running y lectura.

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  5. Hola Manuel,
    Es apasionante leer un libro y meterte en él, viendo los personajes desde un segundo plano.
    Y contestando a tu pregunta,
    Entras en tu blog,
    Configuración > Formato > Zona horaria (Madrid)
    Bessets

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  6. Hola Manuel!

    Me alegra ver que poco a poco vas mejorando! mucho ánimo, que dentro de poco estas semanas abrán pasado!

    aquí está otro aficionado a la lectura y a Paul Auster. Invisible ya me está esperando. Como muy bien dice Gonzalo creo que las aficiones del running y la lectura pueden estar muy ligadas. De hecho, cualquiera de las dos aficiones rebelan un carácter algo más solitario, de refugiarse junto a uno mismo.

    Y como en todo, el secreto está en la mezcla. Yo disfruto de mis dos aficiones preferidas, junto a la música, practicamente a diario. Totalmente compatibles.

    Animo con esa recuperación!!!!! un saludo!!!!!

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  7. Esta muy bien mientras no leas corriendo. Es broma, yo voy a tener que volver a la lectura durante los largos periodos entre una prueba y otra de pista que a veces tienen varias horas de diferencia. No esta mal relajarte en la grada con la lectura, si.

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  8. Leer mientras te recuperas es muy buena opción.
    Ciao

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  9. No hay como un buen libro para pasar los ratos de descanso y recuperación, antes que la TV basura.
    Slds

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  10. Joder tendre que empezar a leer ,me abre leido un par de ellos ,no tengo paciencia para ello pero si te diria que me encantaria sentarme tranquilamente y poder leer sin pensar en otra cosa

    Cuidate campeon

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  11. ¿Cuándo fue la última vez que me atrapó un libro? Uff, ya no recuerdo. Pero te diré uno que sí lo hizo: La canción de Troya (Colleen McCullough).

    Muy pronto el viento soplará a favor ... y a correr.

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  12. A mí también me daba por leer antes de empezar a correr un poco en serio.
    Ahora acabo de empezar Un mundo sin fin,y me está costando trabajo leerlo pués acabo cansado del trabajo y los demás menesteres a los que me dedico.
    Un abrazo Manuel.

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  13. Muy interesante entrada Manuel, para mí el running y la lectura se me asemejan debido a me adentro en ellas cuando quiero, cuando me lo pide el cuerpo y la mente, instantes únicos para liberar tu mente. Te recomiendo Hacia rutas salvajes, yo ahora estoy leyendo Corazon de Ulises. =D un saludo crack

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  14. Hola Manuel, siempre hay que encontrar el equilibrio en todos los aspectos de la vida y creo que el running te permite alcanzar ese equilibrio, meditas mientras corres y encima te deja cansado para sostener un libro, disfrutando de la lectura...

    ánimo que ya mismo estás dando zancadas
    Quique

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  15. Grande reflexion amigo!

    Yo ahora he canviado la forma de ver mis pésimos entrenos en esas útlimas 2 semanas, muchas grácias y ánimo!

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  16. Un gran post Manuel. Es cierto que la lectura engancha hasta límites insospechados. Libros como La sombra del viento o la ciudad de los prodigios me han tenido absorto y se me ha olvidado casi comer!! Ahora lo tengo algo dejado, a ver si me releo de nuevo Cabo Trafalgar, de Reverte. Saludos.

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  17. hola manuel ,grandes aficiones,como le comentaba a gonzalo y coincidiendo con pinarello no tengo paciencia para la lectura,aunque he decir que si fuera un libro sobre atletismo o algo asi me dejaria seducir,lo unico que me llama algo la atencion son los libros de cocina y de recetas,jejeje.saludos y espero que pronto estes corriendo.

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  18. Manuel tengo una hija de quince años que debora los libros. Suele leer dos /tres libros al mes, pero sin embargo no sale a correr conmigo, eso me haría mucha ilusión. Conseguí que leyera y mira por dónde va pero en lo otro, todavía es una asignatura pendiente.
    Que sigas recuperándote, muy buena entrada, como siempre. Un abrazo!

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  19. Me suena mucho tú exposición... yo salí de una depresión gracias a la lectura y el deporte, me ayudaron muchísimo.
    Un abrazo Manuel y a reirse que ya puedes.

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  20. La lectura es una pasión, como el atletismo. Yo, de las dos, sólo tengo la segunda. Aunque ahora sólo puedas dedicarle tiempo a la primera, pronto podrás dedicárselo también a la segunda.

    Un saludo.

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