viernes, 5 de junio de 2009

Viernes, 5 de Junio

Por la noche, después de haber salido a rodar una hora y tres minutos con muy buenas sensaciones en las piernas y parece ser que bastante recuperado tanto física como anímicamente. Hay en mi vida actual dos cosas de las que dependo totalmente: el ejercicio físico y Airemi o Airemi y el ejercicio físico, no importa el orden en que las escriba, las dos son igual de importantes para mí y las necesito como el aire que respiro, como el agua que bebo, como los alimentos que digiero en mi estómago, como las palabras que utilizo cuando escribo lo que escribo, es decir, las necesito a las dos de la misma manera y con la misma intensidad; son como la luna y el sol, como la noche y el día, como lo bueno y lo malo, lo alto y lo bajo, lo gordo y lo flaco, lo bonito y lo feo, diferentes entre sí, pero complementarias, necesarias y vitales para que mis niveles de optimismo, mi estado de ánimo y mis dosis de felicidad, suponiendo que exista, se mantengan a flote y por encima de los niveles aceptables. El correr me propociona, entre otras muchas cosas, energía, vitalidad y endorfinas suficientes para poner los pies en el suelo cada mañana y encarar la duras y aburridas jornadas laborales con alegría e ilusión, como si el hecho de trabajar ocho horas diarias fuera la cosa más divertida del mundo. Airemi, por el contrario, es la ostia en vinagre, la luz al final del camino para que no te pierdas, el faro en medio de la noche que en todo momento te hace saber dónde estás, la dirección correcta a seguir en un cruce de varios caminos, la mujer que un buen día de hace cuatro años entró en mi vida en silencio, sin apenas enterarme, sigilosamente, pidiéndome paso poco a poco, día tras día con mucho respeto y con mucho amor y con mucha ternura, con una inteligencia y una bondad fuera de lo común, de una forma muy natural y sin estridencias, abiertamente, enseñándome todas sus cartas desde el principio, sin mentiras, limpiamente, dejando los faroles para iluminar las aceras y los jardines y ahora la tengo tan metida dentro de mí, tan entrelazada entre mis neuronas, tan acurrucada en lo más recóndito de mi corazón, tan diluída en mi sangre y tan adherida a mi piel que lo que menos deseo en este puñetero mundo es perderla y dejar de sentirla y lo que más deseo es poder estar con ella a todas horas y escucharla y mirarla y contemplarla y besarla, recorrer la superficie de su cuerpo con mis manos y mi lengua y devolverle multiplicado por mil todo lo que ella me ha dado a mí y me sigue dando sin pedirme nada a cambio, con una generosidad que me desborda, dejándome que entre en ella y que me pierda en los pliegues de su piel y que me demore en su mirada y que me quede tendido a su lado mientras me acaricia con sus manos y me duermo con la cabeza apoyada en su pecho sabiendo que cuando vuelva a abrir los ojos ella estará allí, a mi lado y conmigo.

6 comentarios:

  1. A ver si vas estar enamorado jodio, ten cuidado que eso es peligroso jejejejeje.
    Ahora en serio, que más le vas a pedir a la vida tío?, tienes lo mejor que se puede tener, una compañera con la que recorrer de la mano el camino de esta turbulenta vida que nos ha tocado vivir, que además, te entiende, te equilibra, respeta tu formade vida y...... te quiere, joder Manuel la ostia, como pidas más eres un egoista, algo que parece tan sencillo, facil y lógico, no creas en absoluto que lo puede decir (y contar) todo el mundo.
    Yo también creo que tengo algo muy parecido en casa que junto con mis hijos dan sentido a mi vida.
    No pidas que te toque la lotería porque ya te ha tocado.
    Un abrazo compañero

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  2. detras de un gran hombre siempre hay una gran mujer,manuel.
    es bonito poder hablar así de la persona que comparte tu vida,no siempre ocurre y en estos tiempos que corren nos aguantamos muy poco y
    suelen saltar chispas en cualquier momento.
    yo tambien tengo la immensa suerte de compartir mi vida con una mujer estupenda que me quiere y me respeta como yo hago con ella.
    es necesario tener un cierto equilibrio para poder afrontar la vida con optimismo.un abrazo.

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  3. No hay nada como pensar en nuestra media naranja (o sandía, ahora que se acerca el veranito) para mejorar anímicamente... Qué nos darán, qué nos darán, para no querer ni separarnos un minuto de ellas. Bueno, salvo para ir a correr... xD

    Un abrazo Manuel, me alegro de esas buenas sensaciones reencontradas. :)

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  4. Correr y estar enamorado, grandes pasiones que compartimos amigo...un abrazo

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  5. Muy Bonito, sí señor!!!, tan importante para un corredor (para un deportista) es entrenar y sentirse bien, como tener a alguien a tu lado que esté al 100% contigo.

    Un abrazo y enhorabuena, eso se llama ser feliz!!!

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  6. Joder Manuel, que bonita entrada, si señor.

    Creo que estas 2 cosas tan importantes en tu vida te tienen pillado hasta las trancas, sólo puedo decir que enhorabuena y disfrutalas a tope.

    Un saludo
    Quique

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