domingo, 10 de mayo de 2009

Domingo, 10 de Mayo

Las previsiones del hombre del tiempo anunciando lluvia en la provincia de Girona han sido desmentidas categóricamente por la más cruda de las realidades. No ha caído ni una sola gota de agua. A primera hora de la mañana el cielo se ha despertado cubierto de nubes, cierto; el color de dichas nubes era negro, gris plomizo y lo que se vislumbraba en su interior no hacía presagiar nada bueno, también cierto; el viento, sin llegar a ser racheado, recordaba tempestades pasadas, verdad también; todo en el ambiente, a las siete y media de la mañana, mientras nos dirigíamos en coche hacia la capital del Ter, indicaba que nos tocaría correr una media maratón húmeda y bastante pasada por agua, pero en el último momento hemos tenido mucha más suerte que el Alcoyano y gracias a los cambios inesperados de la climatología no ha sido así y cuando a las nueve y media en punto han dado el pistoletezo de salida, cuando hemos empezado a correr el cielo estaba bastante despejado y aunque el sol todavía no había hecho acto de presencia la temperatura era aceptable (no hacía ni frío ni calor), muy buena para ir comiéndose los kilómetros uno a uno, no todos de golpe, primero uno y después otro y otro y así hasta los veintiuno, hasta el final, hasta pasar por debajo del arco de llegada y recoger la bolsa de los regalos, una manzana, una naranja, un actimel, una botella de agua mineral y una camiseta de color amarillo pálido conmemotativa de la 15 edición de la media maratón Ciutat de Girona. Eramos unos trescientos corredores, todos contentos, alegres y felices por pertenecer a un amplio colectivo de gente sana y algo tocada de la cabeza que en cuanto nos han dado permiso hemos empezado a trotar y a correr cada uno a su ritmo y ya desde el primer kilómetro mi amigo Carles Aguilar y yo nos hemos adecuado a nuestra velocidad de crucero habitual y bien compenetrados, uno al lado del otro, disfrutando de nuestro deporte preferido, calculando que tal como íbamos podríamos parar el cronómetro en una hora y treinta y cuatro minutos, hemos ido pasando kilómetros, adelantando a otros corredores, bebiendo en cada avituallamiento, preguntándonos mutuamente cómo estábamos, respondiéndonos que bien, que por el momeno no era necesario bajar el ritmo, que todo estaba controlado, que podíamos seguir así hasta el final, su rodilla y mis isquitiotibiales molestaban, pero no dolían, no impedían seguir manteniendo el ritmo vivo y alegre que habíamos cogido desde el principio y cuando hemos entrado en el kilómetro catorce, inesperadamente, de repente, sin previo aviso, cogiéndome por la espalda y a traición, por sorpresa, los músculos de mi pierna izquierda han dicho basta, aquí nos quedamos, nosotros no seguimos contigo a no ser que vayas más despacio y así se lo he hecho saber a mi amigo Carles, le he dicho que se marchara, se ha ido, ha seguido, yo he bajado el ritmo considerablemente, los músculos de mi pierna izquierda me lo han agradecido de todo corazón, se han relajado, se han puesto contentos, se han quedado más tranquilos y una hora y cuarenta y dos minutos después de haber tomado la salida he pasado por debajo del arco de llegada y ahora ya estoy en casa, sentado ante el ordenador, escribiendo esta especie de crónica, satisfecho de la carrera que he hecho teniendo en cuenta las circunstancias y pensando ya en la próxima maratón, Bilbao, 31 de Mayo, objetivo: bajar de tres horas treinta minutos.

3 comentarios:

  1. No hay mal que por bien no venga, y si tus isquios se relajan bajando ritmos, pues así tendrá que ser... No obstante, al menos te dejan pasarlo bien en las carreras.

    De aquí al 31, tranquilidad y recuperación para disfrutar al conseguir tu próximo objetivo.

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  2. Hola Manuel, una pena ese dolor en la pierna, menos mal que pudiste terminar, yo me quedé clavado en la media de Madrid en el km 17 y no hubo manera de moverse...un buen tiempo al final, teniendo en cuenta el contratiempo..

    Con esos tiempos seguro que bajas de las 3horas30minutos en Bilbao....o donde te lo propongas.

    Un saludo
    Quique

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  3. Enhora buena por la carrera, cuidate esa pierna y suerte en Bilbao,seguro que cumples con tu objetivo.

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