De los periódicos; según las últimas noticias llegadas a la redacción, y después de dos meses de oscuridad y de ausencia de sol en el cielo de la provincia de "Chi-xum", ésta mañana las puertas y las ventanas del palacio del gran visir Tintoré "Le fou" se han abierto de par en par dando por finalizada la temporada vacacional, y la población, al son de platillos y de bombos fabricados con la típica madera de la provincia,  ver imagen, ha dado la bienvenida a la rutina y a la cotidianidad del actual heredero de la casa "Le fou", que en todo este tiempo de no-haber-estado-presente no ha dejado ni de pedalear ni de correr ni de soñar ni de comer ni de imaginar ni de explorar el siempre desconocido y nuevo cuerpo de la única concubina de su palacio; en otro orden de cosas, y a la espera de re-situarse en su nueva buhardilla o habitáculo de creación, el escriba fariseo, sin más dilaciones por su parte, iniciará, como ya suele ser habitual en él, su trabajo-placer de ser la voz y el alma y el conducto a través del cual se expresan los miedos, los deseos y las ilusiones de su señor; dicho esto, y citando textualmente la nota de prensa que nos ha sido enviada por el gabinete de prensa de palacio, sólo resta decir que el actual heredero de la casa "Le fou" se alegra de estar de vuelta y de recuperar el contacto con el espíritu y las palabras de las señorías que todavía conservan la paciencia, el valor y el estómago de permanecer ahí, impertérritos y sin claudicar; fidelidad que se agradece, y mucho.

Aprovecho que tengo unos minutos para comunicar a sus señorías que tanto un servidor como mi señor estamos de vacaciones hasta el día trece de Julio, lo cual imposibilita bastante poder actualizar el blog y menos visitar los de vuestras mercedes; en otro orden de cosas decir que el actual heredero de la casa "Le fou" sigue manteniendo sus sesiones de pedaleo ininterrumpido acompañándolas con sesiones de carrera continua; sin ir más lejos, ésta mañana a las seis y media, imposible correr a otras horas con el calor que está haciendo, ha completado un total de once quilómetros a un ritmo regenerativo y las sensaciones han sido buenas; la cosa empieza a marchar; objetivo para éste verano: acumular quilómetros e ir recuperando la forma perdida después de varias semanas de obligado parón; en la medida que me sea posible iré actualizando; hasta la vuelta, salud y un abrazo para todos.

Por un paisaje como en el que se muestra en la imagen ha salido a correr ésta mañana mi señor; ha sido en Vilanova i la Geltrú, donde la semana pasada un devastador incendio calcinó un montón de hectáreas de bosque frondoso y tupido; a las ocho en punto se ha reunido con Marina Prat y Toni Sánchez, amigos a los que no veía desde hacía varios meses, y después de haber aparcado el coche  a las puertas del Cámping Vilanova Par han iniciado el entreno; en total han sido quince quilómetros (la maldita tecla "ca" del teclado, que sigue sin querer obedecerme), de los cuales mi señor ha corrido diez a un ritmo muy cochinero y ha caminado cinco; quiere mantener las expectativas en tiempo de espera, pero las primeras impresiones pueden catalogarse como bastante aceptables.

Ayer me fue del todo imposible escribir la entrada correspondiente al día catorce de Junio, porque a primera hora de la mañana, mientras daba mi paseo matutino por los jardines de palacio, fui abducido por unos seres muy extraños que bajaron del cielo en una especie de nave espacial en forma de platillo, y sin mediar palabra y sin ejercer ningún tipo de violencia, acompañándome muy amablemente cogiéndome de los brazos, me invitaron a entrar en ella y en su interior he permanecido hasta hace escasamente unas horas; no puedo dar más detalles de lo sucedido porque a pesar de todos mis esfuerzos sólo recuerdo el momento en que entré en la nave y el momento en que he salido de ella; lo que he visto, lo que me han dicho o lo que han podido hacer conmigo, es algo que debe estar en algún rincón de mi memoria, pero no puedo rescatarlo ni acceder a ello, como si esas horas de mi vida se hubieran borrado como por arte de magia y me hubieran dejado una incógnita o un vacío en mi cerebro; esperaré acontecimientos, si es que tiene que haberlos, y mientras tanto, ya más tranquilo y un poco más repuesto, paso a comentar que ayer mi señor realizó sesenta minutos de pedaleo ininterrumpido, y ésta misma tarde, siguiendo con su plan de no quedarse quieto, ha estado pedaleando durante una hora y quince minutos subiendo al máximo sus niveles de exigencia y acabando con muy buenas sensaciones tanto en el ánimo como en la cabeza.

Hoy el escriba fariseo tiene motivos más que suficientes para estar triplemente contento, primero, porque después de muchos ruegos y por favores mi señor se lo ha pensado mejor y me ha subido el sueldo; segundo porque ésta tarde el actual heredero de la casa "Le fou" ha completado otra sesión explosiva de pedaleo ininterrumpido de una hora y veinte minutos y eso le alegra el carácter, lo pone cachondo y divertido, le hace más vulnerable y cercano, lo humaniza todavía más y todo ese derroche de optimismo beneficia de rebote al resto de los habitantes de palacio, y tercero porque después de muchos días en la cuerda floja mi señor vuelve a sentir que está en una buena forma física y vuelve a tener ganas de llegar pronto a palacio para ponerse a pedalear y las sensaciones en cuanto a su molestia de la pierna izquierda han dejado de ser buenas para alcanzar el calificativo de excelentes y todo ese cúmulo de circunstancias positivas hacen que mi vida y su vida y la vida de todas aquellas personas que nos rodean sea fácil dentro de la dificultad y equilibrada dentro de la confusión, es decir, tanto la vida de mi señor como la mía propia, a día de hoy, podemos decir que nos sonríe y navega en aguas tranquilas y pausadas empujada por su propio fluir apacible y sereno como muy bien puede observarse en la imagen que encabeza ésta entrada; es así de fácil y de sencillo; a mi señor no le hace falta nada más; sólo con sentirse bien por fuera y limpio por dentro ya se considera un hombre afortunado y ese es el límite; a partir de ahí sólo queda seguir disfrutando de lo más sencillo y de lo más simple.

!Guau!, ha exclamado mi señor inmediatamente después de haberse bajado de la B-pro indoor y después de haber realizado setenta minutos de pedaleo ininterrumpido en el que materialmente le han explotado las piernas y el corazón casi se le ha salido por la boca, provocándole un  subidón de endorfinas que un poco más se lo lleva al otro barrio, ver imagen; bonita forma de morir, me ha dicho, y acto seguido me ha dado un coscorrón en el cogote.

Empujado por su afán enfermizo de querer controlar todo lo que ocurre bajo la capa del sol, mi señor suele leer todas y cada una de las entradas que escribo y redacto tal y como lo contempla el contrato que tengo firmado con el actual heredero de la casa "Le fou"; yo las escribo y mi señor las lee y las valora y si se da el caso pone objeciones o me llama la atención dependiendo del contenido de las mismas; pero con la de hoy voy a hacer una pequeña trampa y haré todo lo posible para que no llegue ni a sus manos ni a sus ojos y no pueda leerla; y si me voy a permitir ésa licencia es porque sé de antemano y antes de escribirla que no le va a gustar y que me llamará al orden, no porque vaya a soltar algún improperio ni a decir nada incorrecto hacia su persona., sino por todo lo contrario; mi señor es muy modesto, excesivamente modesto para mi gusto; hace de la sobriedad y de la modestia un principio inamovible de comportamiento y reconozco que en muchas ocasiones me saca de quicio e intento convencerlo de que no hay nada malo en ser inmodesto y presuntuoso cuando lo ocasión así lo requiere, pero es inútil; así ha nacido y así morirá; todo esto viene a cuento porque mi señor es consciente de que los entrenos de pedaleo ininterrumpido que está haciendo últimamente, comparados con los que están  haciendo sus señorías, no son más que banalidades, entrenos de quinto o sexto orden, una tontería como otra cualquiera más propia de un equipo de tercera división que de la división de honor, algo que no tiene ningún sentido y ninguna importancia como para dejar constancia de ello, pero hoy quiero romper una lanza en su favor y decir que en esos pedaleos ininterrumpidos, hoy han sido setenta minutos y he sido testigo de ello,  mi señor se vacía como el que más, lo da todo, no se deja nada en el tintero, se exige las máximas dificultades, busca siempre el máximo esfuerzo y rehúye lo fácil y las resistencias cómodas como si se trataran de la misma peste, se lo toma muy en serio, muy a pecho, como si en ello le fuera la vida y mientras dura el ejercicio, desde el primer minuto hasta el último, no ceja en su empeño de alcanzar su propio límite, como si estuviera disputando una etapa del Tour de Francia y él fuera el enemigo a batir por el resto del pelotón, o como si por cojones tuviera que pasar el primero por la línea de meta o coronar en solitario todos los puertos de montaña; se transforma mi señor cuando se sube a la B-pro indoor y queriendo encontrar las sensaciones que le proporciona la carrera a pie pedalea y pedalea y pedalea hasta que le tengo que decir que lo deje y que ya es suficiente; espero, por mi propio bien, que la trampa que he tramado surta el efecto deseado y el actual heredero de la casa "Le fou" no llegue a leer ésta entrada; miedo me da que llegue a hacerlo.